La anfitriona Alemania se convirtió hoy en la segunda clasificada a los cuartos de final de la Eurocopa tras derrotar por 2-0 a Dinamarca en Dortmund en un partido que estuvo interrumpido durante varios minutos debido a un violento temporal que obligó al árbitro inglés Michael Oliver a suspender las acciones por precaución.
En un Signal Iduna Park que hacía agua por los cuatro costados, el público tuvo donde refugiarse porque las tribunas del escenario son techadas, pero no así el campo de juego, razón por la cual Olivier mandó a los equipos a los vestuarios a los 35' para preservarlos no sólo de la fuerte lluvia, sino del peligro que representaban los relámpagos.
Al regreso, el cesped que lucía en impecable estado antes de iniciarse el duelo, resistió a pie firme el paso de la tormenta que pareció despertar al combinado entrenado por Julian Nagelsmann, en ventaja por primera vez en el partido gracias a un penal convertido por Kai Haavertz a los 53' tras una mano en el área del zaguero Joachim Andersen que el árbitro sancionó advertido por el VAR.
Alemania, que en la fase de grupos había arrancado con una goleada por 5-1 sobre Escocia en el duelo inaugural y luego superó por un más modesto 2-0 a Hungría, había dejado algunas dudas al empatar en uno en la última fecha con Suiza, que hoy superó por 2-0 y eliminó a Italia, último campeón del torneo, y las despejó.
El combinado helvético espera por el ganador del partido que jugarán mañana Inglaterra y Eslovaquia para conocer a su rival en cuartos de final, mientras que el de Alemania será el que se imponga en el duelo que animarán la favorita España y la sorprendente Georgia, que accedió a los octavos de final en su primera participación en el torneo.
Alemania logró quebrar la paridad a los 3', pero el tanto convertido por Nico Schlotterbeck, zaguero del Borussia Dortmund que hoy fue titular, terminó siendo invalidado por una falta de Joshua Kimmich sobre el arquero danés, Kasper Schmeichel, gran responsable de mantener en partido al combinado de Kasper Hjulmand con sus intervenciones.
El arquero del Anderlecht respondió con solvencia cuando Kimmich, Haavertz y Schlotterbeck lo probaron y frenó el ímpetu del combinado local empujado por su gente y poco después frenado por efecto de las condiciones climáticas.
Una media hora duró la interrupción y al reanudarse el juego Schmeichel volvió a ser protagonista, aunque Dinamarca tendría también sus opciones para abrir el marcador antes de finalizar el primer capítulo, ambas en los pies de Rasmus Hojlund, delantero del Manchester United, la segunda de las cuales fue conjurada por Manuel Neuer, como para destacar que también él estaba en cancha.
Al regreso del descanso, Andersen se convirtió en protagonista al superar al arquero del Bayern Munich a poco de iniciado el complemento, pero el gol resultó anulado por una posición fuera de juego milimétrica de Thomas Delaney.
Apenas un minuto después, el mismo Andersen desvió con el brazo un balón que David Raum lanzó en el área danesa y el VAR confirmó la falta que le permitió a Havertz quebrar la paridad y sacar una ventaja que Jamal Musiala, el joven delantero del Bayern Munich, extendió a los 68' en un contragolpe fulminante que sirvió para darle la tranquilidad necesaria a los dueños de casa.
Los nervios pasaron así al campo contrario y con Dinamarca jugándose a todo o nada en busca del descuento, Alemania aprovechó los espacios y estuvo a poco de redondear una goleada, que un poco por culpa de Schmeichel y otro poco por falta de precisión, no fue tal, aunque a esas alturas ya poco parecía importarle a un público alemán que celebró y se ilusiona.
Los anfitriones, que finalmente contaron con el zaguero Antonio Rüdiger desde el inicio pese a las dudas sobre su presencia por una dolencia, ya están en cuartos y esperan ahora por conocer a su próximo rival, que será el ganador de España (tres veces campeón del torneo al igual que Alemania) y la debutante Georgia, rivales mañana en Colonia.
El próximo partido de Alemania será el 5 de julio en Stuttgart buscando el pasaje a las semifinales del torneo continental que conquistó en Bélgica en 1972 y en Italia en 1980, antes de repetir en 1996 en Inglaterra.
No pudo hacerlo, en cambio, en la única edición de la Eurocopa que había albergado hasta ahora en 1988, cuando el país estaba dividido aún antes de la reunificación y terminó en el tercer puesto. Dinamarca sólo alzó el trofeo en una ocasión, en Suecia en 1992, cuando se impuso en la final por 2-0 ante Alemania, que hoy se tomó revancha y va por más.
"Fue un partido increíble y creo que los primeros 20 minutos resultaron los mejores del torneo", comentó al final del duelo Nagelsmann con la clasificación a cuartos asegurada y al agradecer el aliento del público y destacar que Alemania mantuvo su valla en cero y eso "siempre es importante".
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