El italiano Jannik Sinner se instaló hoy en los octavos de final de Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada en el cual puede consagrarse como nuevo número uno del tenis mundial y en el que también avanzaron a la próxima ronda sus compatriotas Matteo Arnaldi y Elisabetta Cocciaretto.
Sinner, campeón del Abierto de Australia este año y quien llegó a París tras un breve período de inactividad por una lesión en la cadera, luce recuperado y hoy lo refrendó ante el ruso Pavel Kotov (56), al que superó por 6-4, 6-4 y 6-4 en la cancha central "Philippe Chatrier".
Los organizadores del torneo decidieron desplegar el techo retráctil cuando el partido ya se había iniciado en ese escenario debido a los pronósticos de lluvias, que afectaron el desarrollo normal del torneo en las últimas jornadas, pero no lograron detener hoy la buena racha del italiano en su vuelta al ruedo.
"Me siento diferente a como me sentí en Madrid", destacó Sinner al final del partido y al aludir al Masters 1000 que se vio obligado a abandonar en cuartos de final por aquella lesión en la cadera que le impidió también disputar el Masters 1000 de Roma y lo obligó a someterse a una rehabilitación con la mira puesta en Roland Garros.
La elección demostró ser acertada y hoy Sinner ya está instalado en octavos, instancia en la que chocará con el vencedor del duelo entre el francés Corentin Moutet (79) y el austríaco Sebastian Ofner (45) y en la que buscará dar un paso más en la lucha por el título y el liderazgo del ranking.
El serbio Novak Djokovic, defensor de la corona en el torneo, necesita avanzar al menos hasta la final para retener el primer puesto y su próximo rival en busca del pasaje a los octavos de final será justamente un italiano: Lorenzo Musetti (30).
Sinner, al menos por el momento, parece enfocado sólo en ir ganando ritmo a medida que avanza en el torneo, como él mismo se propuso antes de comenzarlo, y hoy afirmó al respecto: "Trato de mantenerme enfocado en mi juego y realmente estoy disfrutando jugar en este increíble escenario", antes de agradecer el apoyo el público.
Entre quienes más alentaron al tenista italiano de 22 años se destacaron los "Carota Boys", seis fanáticos de Piemonte que lo siguen a cada uno de los torneos de Grand Slam que disputa y en este las razones sobran porque si accede a la final será el primero de su país que ocupe el número uno del ranking.
En la próxima ronda en París, Sinner no estará solo pues hoy su compatriota Arnaldi también sacó pasaje a octavos ante un rival ruso, aunque en este caso mejor ranqueado pues despachó nada menos que a Andrey Rublev, sexto del escalafón, con parciales de 7-6 (8/6), 6-2 y 6-4.
Compañero de Sinner en el equipo italiano que conquistó la Copa Davis en noviembre, Arnaldi espera ahora por el ganador del choque entre el griego Stefanos Tsitsipas (9) y el chino Zhizhen Zhang (44).
Otra alegría para el tenis italiano en Roland Garros fue la clasificación ce Cocciaretto (51) por primera vez a los octavos de final en un Grand Slam y, paradójicamente, el boleto también llegó tras una victoria ante una adversaria rusa: Liudmila Samsonova (17), a la que derrotó por 7-6 (7/4) y 6-2 en una hora y 40 minutos.
La próxima rival de Cocciaretto será la estadounidense Cori "Coco" Gauff, tercera del ranking y vencedora de la ucraniana Daiana Yastremska por 6-2 y 6-4.
Pase lo que pase, Cocciaretto ya se enamoró de París: "Es una ciudad magnífica, bellísima y genera fascinación. Tiene magia, sobre todo en esta época previa a los Juegos Olímpicos, lo cual la hace aún más hermosa", resumió.
Sobre su actualidad, la italiana de 23 años dijo sentirse "realmente feliz por este momento increíble" y confesó que cuando salió a la cancha pensó: "Tengo que jugar con el corazón, más que con la cabeza, aún cuando suelo ser una persona pensante. A veces hay que dejarse llevar por las emociones", afirmó.
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