Los familiares, que en las últimas semanas intentaron obtener información sobre el joven, lanzan un dramático llamamiento al Gobierno italiano para intentar devolverle sano y salvo a casa.
Al respecto, algunos diputados del Partido Democrático (PD) presentaron una pregunta urgente al ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, pidiendo iniciativas para garantizar a Trentini "todos los derechos procesales y de detención y su regreso inmediato a Italia".
El joven, de origen veneciano, había llegado a Venezuela el 17 de octubre para una misión con las ONG Humanidad e Inclusión.
"El 15 de noviembre, cuando llegaba a Guasdalito desde la capital, Caracas -explicaron los familiares asistidos por la abogada Alessandra Ballerini- fue detenido en un puesto de control, junto con el conductor de la ONG".
De la limitada e informal información recibida de su familia, parecería que pocos días después de su arresto, Alberto fue trasladado nuevamente a Caracas y, a la fecha, se encuentra detenido en un centro de detención, sin haber sido nunca acusado formalmente de ningún cargo.
Elementos que remiten, al menos
desde el punto de vista "procesal", a lo ocurrido con la
periodista Cecilia Sala quien estuvo 21 días encarcelada en
Teherán sin cargos sustanciales.
Los familiares aseguraron que en las últimas semanas "no se
ha comunicado ninguna noticia oficial por parte de ninguna
autoridad venezolana o italiana y de hecho, desde hace casi dos
meses, no sabemos nada sobre la suerte de Alberto, teniendo en
cuenta además que padece problemas de salud y no tiene
medicamentos ni ningún tipo de artículos de primera necesidad".
Desde el día de su detención nadie ha podido verlo ni hablar
con él.
"Ni siquiera nuestro embajador pudo comunicarse ni saber de
él a pesar de múltiples intentos", añade la familia.
Una situación de "apagón total" que llevó a los familiares
del cooperante veneciano a pedir la intervención del Gobierno
para "realizar todos los esfuerzos diplomáticos posibles y
necesarios, abriendo un diálogo constructivo con las
instituciones venezolanas, para traer a Alberto a casa y
garantizar su seguridad".
Para los familiares del cooperante "es inaceptable que
ciudadanos italianos que se encuentran trabajando o visitando
otros países con el único objetivo de contribuir a mejorar las
condiciones de vida de sus habitantes se vean privados de
libertades y derechos fundamentales sin poder recibir cualquier
protección efectiva" por parte de Italia.
La familia Trentini confía en que "la premier y los
ministros interesados ;;trabajarán con el mismo compromiso y
dedicación demostrados recientemente para proteger a una de
nuestras compatriotas, para traer pronto a Alberto ileso a
Italia".
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