Por Silvia Gasparetto - No existe solo el vínculo "histórico" entre dos países que son casi "hermanos". O el deseo de "colaborar" para mantener unidos el norte y el sur del mundo. De hecho, existe un pleno "compartimiento político" de valores, de ideas y del "coraje necesario para defenderlos".
Giorgia Meloni, en su primera visita a América del Sur desde que asumió como primera ministra, sitúa sin duda a Italia al lado de Javier Milei y su "alianza" entre los países del "mundo libre", en la que el presidente argentino ya en los días pasados también incluyó a Israel y a los Estados Unidos de Donald Trump.
La propuesta del internacional soberanista, Milei la sostiene desde hace tiempo y ya la relanzó desde Florida, tras haber estado en Mar-a-Lago para conversar con el magnate, que en enero estará de nuevo en la Casa Blanca.
Nadie se sorprende cuando vuelve a proponerlo entre los estucos y espejos del Salón Blanco de la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, que hizo visitar a la premier italiana, comprendida la vista a la Plaza de Mayo, con tantos saludos en señal de victoria a los simpatizantes y curiosos congregados en las puertas.
Argentina e Italia están unidas por muchas batallas comunes, sostiene Milei, desde la lucha contra el "virus de la ideología woke" y el "género", a favor de la "familia", a la reconquista de la libertad frente a las "regulaciones interminables" hasta la defensa de la "soberanía" frente a unas instituciones internacionales cada vez más "escleróticas".
El lenguaje mucho más colorido pero conceptos similares a los expresados a menudo por la primera ministra, especialmente cuando viste la túnica de líder del partido. Meloni de hecho no duda cuando toma la palabra para un respaldo a las batallas de los políticamente relevantes, aunque Milei no sea Trump.
Ciertamente ambos -que ya se vieron varias veces, incluso en una cena en la residencia presidencial de Olivos a la llegada de la premier a Buenos Aires- se gustan, el feeling es evidente: en la Casa Rosada Meloni es recibida por la hermana de Milei, Karina -que ocupa el cargo de secretaria general de la presidencia argentina- con besos, abrazos y bromas como entre viejos amigos.
Lo mismo cuando llega el líder ultraliberal, con quien varias veces, como se puede ver en las imágenes oficiales de la visita, la premier intercambia diferentes opiniones al oído. Y mientras el presidente argentino pronuncia su discurso ante la prensa, la premier lo mira, asiente y aplaude convencida. Luego le llega su turno.
"Argentina es nuestro punto de referencia en América Latina", comenzó la premier, "Milei nos hizo sentir como en casa". Aquí existe "la mayor comunidad italiana en el extranjero", entre el millón de expatriados actuales y los aproximadamente 20 millones de descendientes de la emigración italiana en el país sudamericano.
Lo que Italia y Argentina tienen en común es "el amor por la libertad", subrayó la premier, que antes de llegar a la Casa Rosada depositó una corona de flores ante el monumento de José de San Martin, conocido como "El libertador", protagonista de la independencia de Argentina, Chile y Perú.
Y está la defensa de la soberanía (en la Casa Rosada todo tiene un atractivo patriótico, incluso la contraseña wifi), y "de la identidad de Occidente, mucho más que una cooperación común entre naciones".
Lo que, en cualquier caso, aseguró la primera ministra, está alineado con muchos expedientes, incluidos los de crisis geopolíticas, "desde Ucrania hasta Medio Oriente" y Venezuela.
La premier reiteró la posición italiana, que no ha "reconocido a (Nicolás) Maduro" y llama "presidente electo" a Edmundo González Urrutia, tal como informó la prensa argentina, reconociéndolo.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA