A dos meses de las elecciones presidenciales, los candidatos Kamala Harris y Donald Trump están buscando, efectivamente, votos electorales y diferentes caminos hacia la victoria a través de los estados centrales del campo de batalla.
Para llegar a la Casa Blanca son necesarios 270 votos electorales, y ése es el objetivo trazado por ambos candidatos, que el próximo martes tendrán su primer cara a cara en el esperado debate televisado a través de la señal de ABC News, que puede marcar tendencia.
De los siete estados centrales de campo de batalla, Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin, la mayor victoria para Joe Biden en 2020 fue de 2,8 puntos porcentuales en Michigan. La mayor (y única) victoria de Trump fue por menos de 1,4 puntos en Carolina del Norte.
No mucho separó estos estados la última vez y a ese electorado en particular apuntan Harris y Trump.
Pensilvania, Michigan y Wisconsin han votado de la misma manera en todas las elecciones desde 1992, y todas menos una vez (2016) fue para el candidato demócrata. Incluso antes de que Harris reemplace a Biden, las encuestas mostraban que al boleto demócrata le iba mejor en estos tres estados que en los campos de batalla de Sun Belt.
Todo lo que Harris tiene que hacer es mantener este trío (y evitar cualquier sorpresa en otros lugares) y tendrá los 270 votos electorales que necesita, aseguran analistas políticos.
Durante la mayor parte de este año, Trump ha apostado más fuerte en Georgia y Arizona que en los estados del campo de batalla del norte. Esto se debe en parte a los avances que ha hecho con los votantes no blancos, especialmente los latinos más jóvenes.
De acuerdo a las encuestas de tendencias, Trump necesita muy poco para torcer el brazo a su favor en Georgia (perdió por poco menos de 12.000 votos en 2020) y Arizona (el margen fue de poco más de 10.000 la última vez).
Si logra eso, Trump necesitaría a cualquiera de los (Wisconsin, Michigan y Pensilvania) a su favor. De esos tres, el más cercano en 2020 fue Wisconsin, que el expresidente perdió por unos 20.000 votos.\ Los números parecen muy volátiles por el momento, pero hay tendencias que los candidatos están buscando reforzar.
Esta vez, Trump se aferra a Carolina del Norte y a Georgia, Arizona y Nevada, llevándolo a 268 votos electorales posibles.
Mientras tanto, Harris protege al viejo trío del "muro azul" de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, aparentemente poniéndola en el número mágico de 270.
Carolina del Norte es el único estado de los siete campos de batalla principales que Trump realmente ganó en 2020, pero se lo llevó por solo 1 punto porcentual. La campaña del magnate busca aferrarse con uñas y dientes a esta porción del electorado y aumentó su gasto en Carolina del Norte después de que Harris ascendiera a la cima del boleto demócrata.
Sin embargo, en el caso de que Trump se quede corto allí y Harris se convierta en el primer demócrata desde 2008 en ganar el estado, el republicano todavía tiene un camino hacia la victoria.
Ese camino implicaría que Trump derribara el "muro azul" y llevara a toda Pensilvania, Michigan y Wisconsin, como lo hizo en 2016. Significaría que los siete estados centrales del campo de batalla no estarían oscilando en la misma dirección, ya que Biden ganó Pensilvania, Michigan y Wisconsin en 2020 mientras perdió Carolina del Norte.
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