Toti, que la semana pasada renunció a su cargo, dejó su villa de Arneglia, en La Spezia, donde se encontraba desde el 7 de mayo.
"Los eché de menos, dijo el exgobernador al salir. Muchas gracias a todos los que en estos 86 días, a través de la familia, del abogado, y de todas las formas posibles, me han hecho sentir su cariño y cercanía. Ha sido el mayor consuelo en estos días oscuros".
En un largo post en sus redes, Toti aseguró que "nos defenderemos de todos los cargos. Con la conciencia tranquila de quien nunca se ha embolsado un céntimo de los ligures, pero dejaremos una Liguria más rica: de trabajo, de oportunidades, de esperanzas".
El exgobernador está acusado de haber recibido de empresarios sobornos a cambio de concesiones en el puerto de Génova y en autopistas locales, además de favores publicitarios y privatizaciones de espacios públicos.
"Lo que ha sucedido en estos tres meses es un juicio a la política: a la financiación, transparente y legal, a los actos, también legales y legítimos, que considerábamos necesarios y útiles para hacer crecer nuestra tierra", sostuvo hoy.
En sus motivaciones para suspender el arresto domiciliario, el juez explicó que 'las razones para la custodia han disminuido mucho con el cierre de la investigación y la dimisión' de Toti a su cargo. Ahora será necesario organizar el trabajo con vistas al juicio".
"En primer lugar, será necesario escuchar todas las interceptaciones', agregó el magistrado.
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