En más de 2,5 millones de análisis químicos, físico-químicos y microbiológicos realizados entre 2020 y 2022 en 18 regiones y provincias italianas, el 99,1% de las muestras cumplió con los parámetros microbiológicos y químicos de salud.
Además, el 98,4% cumplió con los indicadores de calidad que no están directamente relacionados con la salud, pero que pueden influir en el sabor, olor o color, e indicar la necesidad de controles adicionales.
Así revela el primer informe sobre el agua corriente presentado hoy por el Centro Nacional para la Seguridad del Agua (CeNSiA) del Instituto Superior de Salud.
"A partir de los datos recopilados, queda claro que el agua potable está segura y controlada de manera integral a lo largo del tiempo en todo el país. Es importante reafirmarlo, ya que según el Istat, casi un tercio de los italianos desconfía del agua de sus grifos", declaró el presidente del ISS, Rocco Bellantone.
El informe cubre más del 90% de la población italiana y, aunque muestra importantes diferencias regionales, confirma que la calidad del agua es alta en todo el país: todas las regiones mostraron tasas de cumplimiento superiores al 95% y siempre seguras desde el punto de vista de la salud pública.
Las mejores puntuaciones se registran en Emilia-Romaña, Piemonte y Veneto. En cuanto a los raros casos en que las muestras no cumplen con los estándares, los controles detectaron trazas "ocasionales y específicas" de contaminaciones microbiológicas (como la presencia de bacterias como Escherichia coli), ambientales (como infiltraciones) o, en algunas áreas limitadas, la presencia de sustancias como flúor o arsénico por encima de los límites.
En todos los casos, sin embargo, el informe destaca que el sistema ha gestionado el problema garantizando la salud de los ciudadanos.
En los últimos años, recordó el ministro de Salud, Orazio Schillaci, "hemos trabajado mucho" para establecer "una base normativa sólida" que no solo protege la salud humana de los efectos negativos y garantiza que el agua sea segura y limpia, sino que también mejora y promueve el acceso al agua destinada al consumo humano basado en evidencias".
Uno de los próximos pasos será la creación de un registro del agua (Registro Territorial Dinámico de Aguas Potables).
"Un sistema que, en tiempo real, nos cuente la historia del agua que llega a nuestros hogares, desde su origen hasta el grifo, incluyendo las medidas de protección y control aplicadas", explicó el director de CeNSiA, Luca Lucentini.
"El informe de hoy destaca cómo el agua del grifo es segura y saludable y puede ser bebida con confianza y tranquilidad, según el criterio de cada uno. La disponibilidad del registro será una herramienta adicional para fomentar decisiones conscientes y sostenibles", agregó.
Mientras tanto, durante la presentación del informe, el Instituto Superior de Salud recordó la importancia del agua para la salud, especialmente en verano.
"Una gran parte de la población no consume la cantidad recomendada de aproximadamente 2 litros al día para las mujeres y 2,5 litros para los hombres. En particular, más del 40% de los ancianos no alcanza esta cantidad", dijo Graziano Onder, coordinador de la secretaría científica del Instituto Superior de Salud.
Para estos últimos, en verano, además del consejo de beber mucho y consumir alimentos ricos en líquidos, evitar ambientes calurosos, puede ser útil revisar la terapia farmacológica con su médico, según el especialista.
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