Luciano Fregonese pasó de 90 a 130 kilos desde que está en el cargo y por eso invitó a sus conciudadanos de Valdobbiadene a acompañarlo todos los jueves en sus recorridas por los diferentes barrios del pueblo, uno de los símbolos del Prosecco, el tradicional espumante italiano, para perder peso.
La experiencia, que por ahora no está dando muchos resultados, confiesa el jefe comunal, sirve también como una verdadera experiencia de gobierno, ya que los habitantes van señalando a medida que caminan problemas que se ven, como una luz del alumbrado que no funciona o una calle con el asfalto roto.
Cada semana, Fregonese propone un itinerario diferente que poco a poco fue atrayendo a más gente y actualmente un grupo de no menos de 150 personas lo acompañan en sus caminatas que se le ocurrieron, confesó, cuando en una pintada en una pared alguien lo llamó "panzón".
A modo de justificación, el alcalde, que acaba de ganar un tercer mandato en las últimas elecciones municipales, explica que "la función pública engorda, las obligaciones sociales engordan, las largas deliberaciones tienen efectos mortales" para el control del peso".
Fregonese asumió el cargo en el municipio hace 10 años, cuando la balanza marcaba 90 kilos y su propuesta para bajar de peso se ha convertido en una iniciativa que involucra a toda la comunidad.
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