Al día siguiente de la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas, que mantuvieron en vilo a toda Europa, estalló en Italia una nueva polémica en torno a la RAI, que fue acusada de haber ocultado la derrota del partido de derecha de Marine Le Pen.
El Usigrai, el sindicato interno de la red pública, denunció que el servicio público de información, ni bien se conocieron los primeros sondeos de boca de urna, "no hizo nada para informar en forma tempestiva sobre lo que estaba ocurriendo con un voto que habla directamente sobre el futuro de Europa".
El sindicato contrapuso que los canales de Mediaset (el imperio de Berlusconi) y el canal independiente La 7, "decidieron realizar programas especiales ad hoc para informar enseguida cómo había sido la votación, la RAI no se preocupó en lo más mínimo de las elecciones francesas", denunció Usigrai.
Damilano, que volverá pronto a la RAI 3 con la nueva temporada de su programa de análisis "El caballo y la torre", abordó el tema de un reciente debate en el que participó sobre 80 años de historia italiana, desde 1943 hasta hoy, desde la Resistencia hasta nuevos desafíos, entre acontecimientos, lugares, mitos, líderes, inicios y despedidas que han construido por primera vez una identidad común.
"Hoy hay una Italia diferente. Hace ochenta años la democracia era una gran promesa de futuro, mientras que hoy esa promesa parece haber sido traicionada. Vimos en las últimas elecciones europeas que más de la mitad del país no fue a votar, significa que la gente ya no cree en eso. Esta es la gran diferencia y todos los que participan en política, empezando por los que están en el gobierno, deberían preocuparse por ello, en lugar de competir con esa parte cada vez más minoritaria del electorado que todavía va a votar", sentenció el periodista.
La patria tiene sentido "cuando es consciente de ser un cruce de culturas y religiones que se encuentran y a veces chocan", acotó Damilano. "No puede reducirse a una sola idea.
Quienes dicen Patria con P mayúscula y peor aún pretenden encarnarla, automáticamente traicionan ese espíritu", sentenció.
También comentó sobre la reforma de la presidencia (elección directa del premier, como propone el Gobierno de Giorgia Meloni): "No es un recurso para verticalizar el poder en esta situación. Por otro lado, lo que está sucediendo en los últimos días nos dice que los países con presidencialismo, es decir, con la elección directa del jefe del ejecutivo, Estados Unidos y Francia, se encuentran en una gran crisis", graficó.
"La cuestión no es confiar todo el poder a una sola persona, sino ampliar la participación. En sentido contrario, creo que solo sirve para echarle una mano a la Constitución, republicana, laica, democrática, antifascista, que es lo último que queda en común en este país. Yo tendría mucho cuidado de tocarla", completó el avezado periodista y analista.
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