Desde Líbano, se lanzó hacia "objetivos militares israelíes" una de las mayores andanadas de cohetes y aviones teledirigidos desde el comienzo de las hostilidades abiertas por Hezbolá el pasado 8 de octubre.
"Lanzamos -declaró una fuente de la milicia chií- 200 cohetes y 20 drones contra Israel en respuesta al asesinato del máximo comandante de la organización".
Además, advirtió Hashem Safieddin, jefe del consejo ejecutivo de la organización, la respuesta incluirá "ataques contra objetivos (israelíes) inesperados".
En los disparos de Hezbolá, que provocaron también incendios en la Alta Galilea y sobre las alturas del Golás, murió Itay Galea, de 38 años, sub comandante de la Brigada 679 israelí.
Israel respondió a los ataques con amplias incursiones en el sur de Líbano dirigidas contra las posiciones desde las que se dispararon los cohetes y salieron los drones. Una escalada cada vez más inclinada hacia una confrontación militar total.
Un enfriamiento de la situación podría venir, en cambio, del nuevo empuje en las negociaciones, impulsadas por los mediadores de Estados Unidos, Qatar y Egipto, para una tregua en Gaza que condujera también a la liberación de los rehenes que aún permanecen en Gaza.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, dio su visto bueno a la salida del equipo negociador israelí para las negociaciones sobre las aperturas atribuidas a Hamás en relación con la hoja de ruta relanzada por el presidente estadounidense, Joe Biden.
Y convocó al Gabinete de Seguridad para discutir la nueva situación. En su conversación telefónica de hoy con Biden, con motivo del Día de la Independencia de Estados Unidos, Netanyahu informó al presidente estadounidense del envío del equipo negociador.
A continuación, reiteró "los principios con los que Israel está comprometido, en primer lugar el de poner fin a la guerra solo después de haber alcanzado todos sus objetivos".
Biden, según informó la Casa Blanca, celebró la movilización del equipo israelí para negociar la tregua en Gaza. Una "decisión positiva en un esfuerzo por concluir el acuerdo", subrayó.
Parece haber un cauto optimismo en Israel sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con Hamás en dos o tres semanas, aunque se impone la prudencia.
Varias partes, según los medios de comunicación, calificaron la respuesta de Hamás como "la mejor dada hasta ahora".
Un alto funcionario israelí, citado por Ynet, afirmó que Hamás ya no exigirá una retirada completa de Israel en la primera fase del alto el fuego y el intercambio de prisioneros, que durará seis semanas.
"El acuerdo que está surgiendo, añadió, de hecho preserva la posibilidad de que Israel vuelva a la guerra si en la primera fase no se llega a un acuerdo sobre la segunda".
El desbloqueo del principal punto de fricción entre las dos partes es atribuible, recordó el medio, a un nuevo "lenguaje" en la formulación, con aportaciones estadounidenses, de la transición entre estas dos fases del acuerdo que establece la consecución de una "calma sostenible" en la Franja.
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