Lo dijo en un largo post en Facebook, en el que se dice "orgullosa" de haber sido militante del movimiento por la vivienda, al que sigue apoyando.
Palabras que inmediatamente
despiertan polémica.
"La nueva colega Salis comienza justificando a quienes
ocupan casas ajenas", y de hecho "incita a las ocupaciones
ilegales.
No me parece un debut con un gran espíritu legalista",
ataca el eurodiputado Nicola Procaccini, de FdI (Hermanos de
Italia, el partido de la premier Giorgia Meloni)-
"Nos preguntamos cómo una determinada izquierdista puede
anteponer la arrogancia a la legalidad", se hace eco Raffaella
Paita, senadora del Italia Viva (IV, socioliberalismo). "Después
del fracaso de Soumahoro, la izquierda continúa aplicando una
política desastrosa con personajes más que cuestionables", acota
Maurizio Gasparri, de Forza Italia.
El presidente de la Cámara de la Construcción
(Confconstruction), Giorgio Spaziani Testa, se suma también al
coro de críticas contra la docente que estuvo detenida y
procesada en Hungría: "La primera declaración de Ilaria Salis
como 'honorable' está dedicada a reivindicar con orgullo una
serie de delitos relacionados con la vivienda. Felicitaciones a
los votantes", disparó el empresario.
Pero el intercambio más duro se produce entre Tomasso Foti,
líder de los FdI en la Cámara y la izquierda italiana. El
legislador afirmó que que Nicola Fratoianni -actual secretario
general de la Izquierda Italiana- "evidentemente lo ignora, pero
que las ocupaciones ilegales son un auténtico fraude gestionado
por el crimen organizado o por grupos autónomos de izquierda y
mafiosos".
La respuesta de Izquierda Italiana no se hizo esperar:
"recordamos al líder del grupo de los diputados de la FdI, que
incluso llegó a evocar la criminalidad, a este respecto, que
aparentemente fue su portavoz quien mantuvo relaciones con ese
mundo, y ciertamente no los exponentes de nuestro partido o de
nuestra alianza".
En Facebook, la profesora de Monza, detenida durante 500
días en Hungría acusada de haber atacado a militantes de extrema
derecha, aborda la cuestión del derecho a vivir desde diferentes
puntos de vista. Y defiende a los movimientos inmobiliarios:
"Dar una respuesta concreta a la necesidad de vivienda significa
no solo encontrar una solución aquí y ahora, aunque sea precaria
y provisional, a una cuestión no resuelta por la política
institucional, sino también indicar una perspectiva política de
transformación de las condiciones materiales de vida en el
nombre de la justicia social".
Salis aborda a continuación la cuestión de un crédito que
le reclama Aler, la empresa de construcción residencial de
Lombardía. "Como se ha publicitado ampliamente en los medios de
comunicación de derecha, Aler me reclama un crédito de 90.000
euros como 'compensación' por la supuesta ocupación de una casa
en Milán".
"Se basan exclusivamente en el hecho de que en 2008 fui
encontrado allí, pero en los dieciséis años siguientes no se
realizaron más controles para verificar mi permanencia, ni se
inició ningún proceso civil o penal contra mí", se defendió
luego.
El también diputado Angelo Bonelli y Fratoianni la
defendieron: el primero, estigmatizando el momento preelectoral
de la "máquina de barro" de las acusaciones formuladas en su
contra. El segundo, también la apoya en sus motivaciones: "Estoy
con Ilaria. Ocupar casas no se considera un delito", subrayó.
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