Fuentes de seguridad estadounidenses e
israelíes dieron al Wall Street Journal (WSJ) una imagen de la
situación - mientras que Estados Unidos advirtió públicamente al
Hezbolá libanés sobre el enfrentamiento con el Estado judío.
La noticia parece complicar las negociaciones sobre la hoja
de ruta del presidente Joe Biden.
Del cual, sin embargo, no se
sabe nada más en lo que parece ser un nuevo estancamiento con
Hamás, que aún no ha dado su respuesta oficial.
El primer ministro Benjamín Netanyahu reiteró hoy la
posición oficial de Israel: "No abandonaremos Gaza hasta que
todos los rehenes regresen y hasta que hayamos eliminado las
capacidades militares y gubernamentales de Hamás. No tenemos
ninguna posibilidad de rendirnos. Esta es mi posición. Nos
comprometemos abiertamente a recuperar a las 120 personas
secuestradas, vivas o muertas. Aunque sea por etapas, no nos
rendiremos ante nadie", -concluyó.
Para hacer aún más confusa la situación de posguerra en Gaza
-un punto de fuerte fricción entre Biden y Netanyahu- llegó una
declaración del secretario general de la OLP, Hessein al-Sheihk,
quien, sin pasar por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), la
organización reclamó el control futuro de la Franja, bajo pena
de "guerra civil".
Dos días después, la Casa Blanca no parece haber olvidado el
vídeo de Netanyahu en el que critica el fluctuante suministro de
armas y municiones de su aliado a Israel. "Decepcionante,
ofensivo, exasperante y falso dado que ningún otro país está
haciendo más que nosotros", dijo el portavoz del Consejo de
Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, cuando se le
preguntó sobre el vídeo.
"Estoy dispuesto a sufrir ataques personales a condición de
que Israel reciba de Estados Unidos las municiones que necesita
en la guerra para su existencia", respondió el primer ministro
israelí. La tensión sigue siendo alta, hasta el punto de que la
reunión del Foro Estratégico que debería haber tenido lugar
entre Israel y EE.UU. fue rápidamente sustituida por una reunión
entre el Ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer,
el jefe de la Asamblea Nacional, Tzachi Hanegbi, y el Consejero
de Seguridad Jake Sullivan.
Si la dinámica del conflicto en la Franja sigue siendo un
punto de fricción entre Israel y su aliado estadounidense, no
ocurre lo mismo con el libanés de Hezbolá en una guerra abierta
con Israel, que continúa lanzando ataques selectivos, matando a
comandantes en el campo. El enviado especial estadounidense,
Amos Hochstein, advirtió a los funcionarios libaneses que si
Hezbolá no pone fin a sus ataques diarios contra el norte de
Israel, podría convertirse en el objetivo de una operación
israelí limitada respaldada por Estados Unidos.
Según Kan TV, Hochstein reiteró la necesidad de una solución
diplomática para expulsar al grupo terrorista respaldado por
Irán de la frontera, de lo contrario Israel lanzará un ataque
limitado con el apoyo estadounidense.
Las recientes amenazas del líder de Hezbolá, Hassan
Nasrallah, no sólo a Israel, sino también a Chipre, también han
provocado una reacción por parte de Bruselas. "Chipre es un
Estado miembro de la UE, cualquier amenaza a Chipre es una
amenaza a toda la UE", advirtió el portavoz del Servicio de
Acción Externa de la Comisión Europea.
"Las tensiones entre Líbano e Israel son cercanas -
prosiguió - y acogemos con satisfacción los esfuerzos de Estados
Unidos y Francia para calmar la situación: es necesaria una
reducción de la tensión y la UE está en contacto con
representantes del Líbano y otros socios de la región".
En el día 258 de la guerra, Israel continúa sus operaciones
en Rafah, en el sur de la Franja. Pero no deja de lado el norte,
donde en Beit Hanoun, las FDI eliminaron a Ahmed Hassan Salameh
a-Swarkeh, uno de los comandantes del escuadrón de élite Nukhba
de Hamás que atacó a Israel el 7 de octubre.
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