La noticia fue reportada por residentes locales reportados por medios internacionales; otras fuentes locales informaron de que el ejército se posicionó entonces en la zona de Sultán, al noroeste de la ciudad, donde hasta ahora las FDI no habían operado sobre el terreno.
Pero lo que desató un misterio
mediático fue la noticia -difundida por fuentes de Protección
Civil de Hamás en la Franja y por médicos- de un nuevo ataque
israelí "contra las tiendas" de la zona humanitaria de a-Mawasi
que causó la muerte a 21 palestinos.
Una incursión desmentida rotundamente por las FDI: "Al
contrario de lo que se informó en las últimas horas, el ejército
no atacó en la zona humanitaria de A-Mawasi", al oeste de Rafah.
Poco antes, el propio portavoz militar Daniel Hagari había
dicho "no tener conocimiento" del episodio.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Antonio
Guterres, condenó "en los términos más enérgicos" los ataques
aéreos contra Rafah y dijo estar "desconsolado por las imágenes
de personas muertas y heridas, incluidos muchos niños pequeños.
El horror y el sufrimiento deben cesar de inmediato".
Luego volvió a pedir un "alto el fuego inmediato y la
liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes".
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden,
-informó el sitio web Axios- todavía está evaluando si el ataque
israelí a Rafah constituye una violación de la "línea roja"
sugerida por el jefe de la Casa Blanca.
Según la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados
palestinos, alrededor de un millón de personas "han huido" de
Rafah en las últimas tres semanas, sin tener "un lugar seguro al
que ir en medio de los bombardeos, la falta de alimentos y agua,
los montones de desechos y las condiciones inadecuadas"
condiciones de vida".
Precisamente sobre las desastrosas consecuencias del ataque
israelí contra los dos comandantes de Hamás en Rafah la noche
del domingo al lunes pasado, que provocó una reacción en cadena
con alrededor de 45 muertos palestinos, Israel dio su versión de
los hechos.
Según una primera investigación, el ejército cree que fueron
"municiones o alguna otra sustancia combustible" las que
provocaron "una explosión secundaria y un incendio" en el
complejo de la zona de Sultán, a un kilómetro de la zona
humanitaria de Rafah.
"Los dos pequeños misiles lanzados no habrían sido
suficientes por sí solos para iniciar el fuego devastador" que
siguió, afirmó el ejército israelí.
En tanto, en la batalla diplomática desatada tras el
reconocimiento del Estado palestino por parte de España, Irlanda
y Noruega (formalizado hoy), el ministro de Asuntos Exteriores,
Israel Katz, volvió a atacar a Madrid.
En la red social X dijo que "Jamenei, Sinwar y el viceprimer
ministro español
Yolanda Díaz piden la eliminación de Israel y la creación de un
Estado terrorista islámico palestino desde el río al mar".
"El presidente Sánchez -prosiguió- si no despide a su
adjunto y anuncia el reconocimiento de un Estado palestino, es
cómplice de instigar el genocidio judío y los crímenes de
guerra".
Si bien el terreno no parece dejar lugar a esperanzas,
las novedades podrían surgir de las posibles negociaciones en
las que Egipto, Qatar y Estados Unidos están presionando con
fuerza.
Según los medios de comunicación, Israel presentó a los
mediadores una propuesta "oficial escrita y actualizada" más
atenuada sobre un posible acuerdo con Hamás para la liberación
de los rehenes.
En el día 235 de la guerra, las FDI confirmaron que los
soldados entraron en acción en Rafah a lo largo del "Corredor de
Filadelfia" -que discurre paralelo a la frontera con Egipto-
para "acciones selectivas" y "combates cuerpo a cuerpo" con los
milicianos de Hamas y contra " objetivos terroristas". Pero las
FDI, a pesar de la fuerte oposición de Estados Unidos y la
comunidad internacional, parecen estar acelerándose cada vez más
en Rafah.
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