Altos funcionarios en Jerusalén,
según informó el sitio web Ynet, no hicieron comentarios sobre
el incidente que involucró al presidente iraní, Ebrahim Raisi y
aclararon que Israel no tuvo nada que ver ni estuvo involucrado
en el accidente, que, según los informes, fue provocado por las
duras condiciones climáticas.
Los funcionarios añadieron que las posibles muertes de Raisi
y de su ministro de Asuntos Exteriores, Hossein
Amir-Abdullahian, "no deberían tener ninguna consecuencia para
Israel, ni para la política de la República Islámica" hacia
Israel.
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