Albares dijo que Milei "ha llevado las relaciones entre España y Argentina al momento más grave en nuestra historia reciente". Sus palabras "sobrepasan cualquier tipo de diferencia política e ideológica", apuntó.
El canciller calificó de "inaceptable que un presidente en ejercicio, en visita a España, insulte a España y al presidente del gobierno de España. Un hecho que rompe todos los usos diplomáticos y las más elementales reglas de la convivencia entre países", añadió.
Milei afirmó en la convención en Madrid del partido de extrema derecha Vox: "No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo".
El mandatario argentino se refería a los cinco días que el mes pasado se tomó Sánchez para decidir si seguía o no al frente del gobierno después de conocerse que su esposa estaba siendo investigada por presunto tráfico de influencias.
Horas después de sus palabras, Albares compareció en el Palacio de La Moncloa para leer una declaración institucional en la que anunció que llamaba a consultas de forma indefinida a la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez.
Si Milei no se retracta, "tomaremos todas las medidas oportunas en defensa de nuestra soberanía y dignidad", advirtió el canciller español.
La principal fuerza de la oposición, el Partido Popular (PP), evitó apoyar al gobierno y fuentes de este partido dijeron que "hace semanas que Sánchez debería haber dado explicaciones de los casos de supuesta corrupción que afecta a su gobierno, su partido y su entorno personal".
La visita de Milei a España se produjo semanas después de que el ministro español de Transportes, Óscar Puente, lo acusara de "ingerir sustancias", tras lo que la Casa Rosada emitió un duro comunicado contra el gobierno de Sánchez.
El líder de Vox, Santiago Abascal, escribió en Twitter que "los conflictos diplomáticos se abren cuando se ataca a la soberanía de la nación, no cuando se menciona la presunta corrupción de la mujer del presidente y, por lo tanto, del presidente".
El canciller también habló con el Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, quien después escribió en Twitter: "Ataques contra familiares de los líderes políticos no caben en nuestra cultura. Los condenamos y rechazamos, especialmente cuando vienen de nuestros socios".
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