No está del todo fuera de peligro, pero sobrevivirá. A apenas 24 horas del atentado que lo hirió gravemente, el premier eslovaco, Robert Fico, permanece en terapia intensiva en condiciones consideradas aún graves, pero está estable y puede hablar.
Mientras de las primera investigaciones se desprende que el agresor , Juraj Cintula, es "un lobo solitario" que actuó "por venganza". El hombre, de 71 años, activista "no violento" pero armado, fue formalmente acusado de intento de homicidio premeditado y, según los medios locales, dijo sentirse muy "orgulloso" de su gesto, Ahora corre el riesgo de recibir hasta 25 años de cárcel.
El presidente electo de Eslovaquia, Peter Pellegrini, visitó a Fico en el hospital Roosvelt de Banska Bystrica, ciudad situada a 200 kilómetros de Bratislava donde el premier se hallaba en un compromiso político cuando Cintula le disparó cinco veces. Y fue precisamente Pellegrini el que aclaró que el premier salió del coma farmacológico y pudo hablar.
"Habló conmigo un par de minutos", pero ahora "necesita reposo", dijo el presidente, subrayando que frente a Fico se visualizan ahora "las horas y los días más importantes".
La directora del hospital, Miriam Lapuníková, puntualizó que las condiciones del primer ministro son estables, pero aún graves tras la primera operación de cirugía, que duró 5 horas.
El premier deberá ser sometido a una segunda intervención en la cadera.
El país está bajo shock, entre tensiones políticas y desinformación en las redes sociales tendientes a excerbar los ánimos, sobre todo en vista de las elecciones europeas. "Pasamos ya un límite" de odio político, aseveró Pellegrini e invitó a los partidos a "suspender" la campaña para el voto del 8 de junio.
"Eslovaquia no tiene necesidad de ulteriores choques y acusaciones recíprocas en este momento", agregó. El jefe de Estado electo, que jurará en junio, y la presidenta saliente, Zuzana Caputova, invitaron a los líderes de todos los partidos al edifcio Grasalkovich, en Bratislava, sede de la Presidencia, para condenar la violencia y "reducir las tensiones".
Los exponentes del gobierno populista de Fico concuerdan que el ataque fue "políticamente motivado". "El enfrentamiento político llevó hasta un intento de homicidio", dijo el ministro de Defensa, Robert Kalinak. El colega del Interior, Matus Sutaj Estok refirió que Centula "es un lobo solitario".
"No forma parte de movimientos políticos -explicó- pero estaba insatisfecho por el resultado de las elecciones, Fue un ataque a la democracia". "Queremos evitar una guerra civil", por esto "llamado a los medios no arrojar combustible al fuego", agregó Estok, y acusó a la prensa de "mentiras" y de "dar espacio a teorías conspirativas". Como aquella ya desmentida por las fuerzas del orden de que la compañera de Centula era ucraniana. Son ya 32 los usuarios de las redes sociales que terminaron en la mira de la policía por haber alabado el gesto del agresor.
La totalidad de la UE observa ahora con aprehensión a Eslovaquia, en el temor de que la violencia política desborde e inunde a las elecciones europeas. El premier polaco, Donald Tusk, hizo saber que recibió amenazas de muerte en las redes sociales luego del atentado a Fico.
"Los eslovacos nos dieron un ejemplo de lo que podría pasar con Tusk", era uno de los tuits acusados. Mientras el jefe del gobierno belga, Alexander De Croo, denunció a un locutor de radio que incitó a sus oyentes: "Vean, es posible derrocar a un primer ministro. Yo diría: adelante".
El premier húngaro, Viktor Orban, deplora, en cambio que, con el ataque al prorruso Fico, Budapest haya quedado "sola para luchar por la paz". Asimismo, para el ex presidente ruso, Dmitry Medvedev, el atentado representa "la quintaesencia de la nueva Europa idiota y rusófoba".
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