Con 36 años, se convirtió en marzo de 2022 en el mandatario más joven en asumir el poder en Chile, encabezando la alianza Apruebo Dignidad, que agrupa a fuerzas de izquierda y de centroizquierda, desde socialistas, socialdemócratas, comunistas y frenteamplistas.
Preguntado si ha cambiado en estos 24 meses, señaló que "evidentemente que sí" y aclaró que no tiene "ni dudas ni temor al cambio", en particular desde el cargo de jefe de Estado.
"Me parece del todo natural que manteniendo firmes nuestros principios y convicciones más profundas, adecuemos nuestro quehacer y comportamiento al rol de presidente de Chile. Yo no soy un activista ni soy representante de un sector de la sociedad. Por cierto, no soy neutral frente a los conflictos y los diferentes desafíos que tenemos. No soy un mero árbitro, sino que empujamos en una determinada dirección, que yo la enmarcaría dentro del marco de un gobierno progresista que está constituido por una alianza de fuerzas de izquierda y de centroizquierda. Yo me reconozco a sí mismo como una persona de izquierda que debe y ha aprendido de las tradiciones virtuosas y también de los tropiezos de la izquierda en Chile y el mundo".
En reunión con la prensa internacional acreditada en Chile, Boric descartó que él haya tenido que enfrentar más obstáculos en su cargo en La Moneda, como también defendió que mantenía sus convicciones.
"Yo mantengo mis convicciones, no me olvido de por qué llegamos acá, de dónde venimos, lo que nos impulsó a llegar a disputar la política, la vocación y necesidad de construir un país más justo, donde la riqueza se distribuya de manera más equitativa, que haya un profundo respeto por los derechos humanos, el reconocimiento a la diversidad, el fortalecimiento de la democracia, más allá de las élites", aseveró.
Interrogado por las medidas unilaterales que se adoptan contra países, el gobernante expresó su desacuerdo porque "vemos que quienes terminan pagando los costos son los pueblos y no los gobiernos", además "son contraproducentes respecto del objetivo que al menos públicamente dicen perseguir, porque no debilitan a los gobiernos si no más bien entregan una excusa para fortalecerse interna y externamente.
"Nosotros, en particular en América Latina, rechazamos abiertamente las sanciones unilaterales. Creemos que la mejor forma de solucionar los conflictos es a través del diálogo multilateral" y acotó que "las sanciones impuestas a Venezuela dificultan el proceso de democratización, por lo que vamos a seguir abogando por el fin de las sanciones unilaterales y el bloqueo (a Cuba)".
Abundó que, en el caso particular de Venezuela, "lo que nos interesa -y somos parte directamente interesada porque hemos sido receptores del éxodo venezolano, que ha sido muy disruptivo para toda América del Sur, en particular Colombia, Perú, Ecuador y Chile-, que se cumplan los acuerdos de Barbados. Con Brasil y Colombia, hemos estado en la misma línea y vamos a seguir empujando a través de todas las instancias diplomáticas para que los acuerdos de Barbados lleguen a éxito y este año existan elecciones democráticas en Venezuela, con todas las garantías.
Creemos que las sanciones no contribuyen en esa dirección".
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA