La nave de la marina italiana Amerigo Vespucci (Américo Vespucio) arribó al puerto chileno de Valparaíso, como parte de su objetivo de dar la vuelta al mundo, en una hazaña que inició en Génova, el 1 de julio de 2023.
Se trata de la segunda vuelta al mundo que dará el velero en toda su vida: la primera fue en 2002-2003. Esta travesía finalizará en 2025, tras 20 meses de navegación y más de 30 puertos en más de 30 países diferentes de los cinco continentes.
Tras cruzar el océano Atlántico, la nave a cargo del comandante Giuseppe Lai hizo una escala de unos meses en La Plata (Argentina) para su mantenimiento periódico, antes de partir de nuevo y desafiar los mares al sur del continente americano para continuar su itinerario. Durante sus escalas en puerto, el buque está abierto a las visitas de la población, para estrechar lazos con las comunidades de italianos en el extranjero y promocionar los productos itálicos en todo el mundo.
Al mismo tiempo, sigue desempeñando todas sus demás tareas, como la formación, la diplomacia naval, la cooperación internacional, las colaboraciones con organizaciones benéficas, el apoyo a la investigación y la protección de los ecosistemas marinos.
El Américo Vespucio es un velero con un sistema de propulsión a motor. Tiene tres mástiles verticales. Ordenados de proa a popa, se denominan trinquete, palo mayor y palo mesana.
Además, tiene un cuarto mástil que sobresale hacia delante, conocido como bauprés. Su superficie vélica asciende a unos 2.600 m2, repartidos en 27 velas.
También dispone de un sistema de propulsión adicional, que consiste en un motor eléctrico alimentado por generadores diésel. El casco mide 82 metros, pero la eslora total del buque es de 101 metros. La anchura, por su parte, es de 22 metros, mientras que la altura máxima es de 56 metros.
Su tripulación consta de 264 miembros, entre oficiales, contramaestres, graduados y marineros. A este número hay que añadir los cadetes de la Academia Naval, que embarcan en el periodo estival: de este modo, la tripulación supera los 400.
Como todos los buques de la marina italiana, el Américo Vespucio tiene un lema que la identifica: "No es el que empieza sino el que persevera". Este, sin embargo, no era el lema original: al principio era 'Por la Patria y por el Rey', sustituido al final de la II Guerra Mundial, cuando Italia se convirtió en República, por 'Firme en la furia de los vientos y los acontecimientos', que a su vez fue suplantado en 1978.
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