El premier israelí, Benjamín Netanyahu, prepara una respuesta al ataque de Irán a pesar de la fuerte presión internacional en sentido contrario, con Estados Unidos y el G7 apostando por sanciones contra Teherán.
Y, mientras tanto, se intensifica el enfrentamiento con la organización libanesa Hezbolá en la frontera norte de Israel, que hoy dejó 18 israelíes heridos en Galilea: 4 civiles y 14 militares, 6 de ellos de gravedad.
"Agradezco todo tipo de sugerencias y consejos pero quiero dejarlo claro: tomaremos nuestras propias decisiones y el Estado de Israel hará todo lo necesario para defenderse", aclaró el primer ministro tras reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, y su colega alemana, Annalena Baerbock, quienes llegaron a Jerusalén para pedir evitar una escalada en la región.
Cameron utilizó un argumento que muchos analistas israelíes, e incluso ministros, utilizaron durante días para instar a Netanyahu a ser cauteloso.
"Es mejor ser inteligente que duro. La verdadera necesidad -observó el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores- es volver a centrarse en Hamás, en los rehenes, en la llegada de ayuda, en una pausa en el conflicto en Gaza".
Un razonamiento propuesto también por el ministro Arieh Deri, del partido religioso Shas, que forma parte, en calidad de auditor, del pequeño gabinete de guerra israelí.
"Es mejor no abrir más frentes" por el momento, afirmó Deri, recordando que "hay una campaña inacabada en Gaza y que todavía hay rehenes allí".
"Dejé en claro, en las conversaciones en Israel, que Medio Oriente no debe caer en una situación que no tiene un final seguro. Es necesaria la máxima moderación. No se trata de ceder, sino de evitar una guerra regional", instó también la jefa de la diplomacia alemana. Baerbock.
Pero la advertencia de Netanyahu sugiere que la decisión ya está tomada.
Las declaraciones provenientes de Teherán ciertamente no son alentadoras.
"El ataque de represalia de Irán contra Israel -advirtió el presidente iraní, Ebrahim Raisi- fue una acción limitada y punitiva contra el régimen. Si los sionistas toman alguna medida contra nuestros intereses, la respuesta de Irán será mucho más dura".
"Aconsejamos a los enemigos que no cometan errores estratégicos, porque Irán está dispuesto a atacarlos, especialmente con los cazas Sukhoi-24, los bombarderos tácticos supersónicos rusos", amenazó el comandante de las fuerzas aéreas de Teherán, Hamid Vahedi, amenazando con un duelo aéreo en el cielo de Medio Oriente, entre los aviones de la era soviética y los mortíferos F35 y F16 israelíes.
Entretanto, el enfrentamiento entre Israel y Hezbolá continúa: en un ataque reivindicado por milicianos chitas, 14 soldados y 4 civiles resultaron heridos en un "centro comunitario de la ciudad fronteriza de Arab al-Aramshe".
En cambio, Hezbolá afirmó haber atacado una base militar "con drones y misiles guiados" en respuesta al asesinato ayer de tres milicianos por parte de Israel, incluido un comandante de brigada.
También fue atacada una base de reconocimiento aéreo en el monte Meron.
El Estado judío respondió atacando, según el portavoz militar, "los focos desde donde se dispararon los cohetes" y luego "un complejo militar de Hezbolá y las infraestructuras terroristas en Naqura y Yarine, en el sur del Líbano".
Y mientras Qatar habla de "una fase difícil" y "estancada" en las negociaciones para una tregua en Gaza, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, será esperado en Turquía el fin de semana por el presidente Recep Tayyip Erdogan, para quien la facción islámica "no es una organización terrorista".
"Es Netanyahu quien está arrastrando a la región a la guerra para mantenerse en el poder", fue la acusación lanzada hoy por Ankara, en declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan.
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