Altos funcionarios estadounidenses presionaron a los gobiernos árabes para que compartan información sobre los planes de Irán de atacar a Israel y ayuden a interceptar aviones no tripulados y misiles.
Según el informe, la reacción de algunos gobiernos árabes fue cautelosa por temor a que la ayuda a Israel los involucrara directamente en el conflicto y los hiciera correr el riesgo de represalias por parte de Teherán.
Después de nuevas conversaciones con Estados Unidos, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita acordaron en secreto compartir información de inteligencia, mientras que Jordania anunció que permitiría el uso de su espacio aéreo para operaciones de aviones de combate estadounidenses y de otros países en su territorio.
Dos días antes del ataque, dijeron las fuentes, los funcionarios iraníes informaron a Arabia Saudita y otros estados del Golfo sobre el patrón y el momento del ataque para que pudieran proteger su espacio aéreo.
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