(ANSA) BOLONIA - "No estamos trabajando con muchas esperanzas de encontrar con vida a los desaparecidos, el escenario que tenemos ante nosotros no nos da esa idea".
Así lo afirmó Luca Cari, portavoz de los bomberos, sobre los trabajos que realizan desde ayer en la central hidroeléctrica de Enel Green Power en Bargi, en el lago Suviana, ante la posibilidad de encontrar supervivientes.
Cari advirtió que "la situación es muy difícil, el agua está subiendo, estamos trabajando por debajo del nivel del lago. Ya estamos a 40 centímetros de profundidad en el subsuelo 8, donde estábamos trabajando con los equipos de búsqueda. Es una situación de riesgo para nuestros operadores", subrayó.
Es precisamente el agua del lago la que entra, que ahora también ha invadido el suelo afectado por la explosión de la turbina. "Necesitamos entender de dónde viene y cuál es la posibilidad de llegar a un lugar seguro", agregó Cari.
Hasta el momento, cuatro personas están desaparecidas, además de tres muertos confirmados y cinco heridos. Las tres víctimas identificadas tienen entre 35 y 73 años.
Se trata de Pavel Petronel Tanase, nacido en Rumania, de 45 años, Mario Pisano, nacido en Taranto y residente en San Marzano di San Giuseppe (Taranto), de 73 años, y Vincenzo Franchina, de 36 años, de Sinagra (Mesina).
Las dos mayores centrales sindicales, la CGIL y la UIL, que ya habían convocado mañana a un paro nacional de cuatro horas, precisamente para pedir más seguridad en el puesto del trabajo, duplicaron la duración a ocho horas, y anunciaron una marcha en la Piazza Maggiore de Bolonia.
La marcha, que partirá de la Plaza XX Settembre, sustituirá a las otras siete reuniones previstas y la huelga se extendió también a las actividades públicas y privadas.
"Esperamos una respuesta masiva de la ciudad, una respuesta popular que vaya más allá de la dimensión del mundo del trabajo", afirmó el secretario de la CGIL de Bolonia, Michele Bulgarelli.
En la ciudad, recordó el dirigente sindical, hasta ahora el accidente laboral más grave de los últimos años se remonta a 2005, con la catástrofe ferroviaria. "Para obtener cifras más serias hay que remontarse 100 años atrás", destacó.
Bulgarelli criticó también la situación laboral que reveló el accidente. Ya que no todos los heridos eran empleados directos de Enel, que administra la central hidroeléctrica.
"Lo grave es lo que no sabemos - afirmó Bulgarelli - No sabemos qué empresas emplean a los trabajadores externos. Luego descubrimos que entre las víctimas hay un jubilado de 73 años.
¿Qué tipo de mundo laboral es este?, se preguntó.
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