En la resolución adoptada, en la cual se cita el temor de un "genocidio" contra los palestinos, también se pide que el Estado judío sea considerado responsable de cualquier crimen de guerra y de lesa humanidad cometidos en la Franja.
No faltaron las divisiones en el edificio de las Naciones Unidas en la ciudad suiza poco antes de la votación, y Alemania y Bulgaria dijeron que votarían en contra porque la resolución no condenaba explícitamente a Hamás a pesar de que señalaba el lanzamiento de cohetes contra Israel desde Gaza, además de pedir la liberación de los rehenes.
Francia se abstuvo junto con India y Japón, calificando de "catastrófica" la situación humanitaria en Gaza.
El discurso del representante palestino Ibrahim Mohammad Khraishi cerca de la votación tuvo un tono dramático. "Deben todos despertar y poner fin a este genocidio", instó, subrayando que el tiempo de intervención de que disponía no era suficiente para enumerar todas las atrocidades.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí calificó la resolución de "antiisraelí", también porque "no menciona a Hamás ni a sus crímenes cometidos desde el 7 de octubre".
En señal de protesta, el embajador Merav Ilon Shahar abandonó la sesión plenaria.
"En el texto -añadió- los rehenes son equiparados a prisioneros sospechosos de actividad terrorista".
La resolución "va en contra del derecho de Israel a defenderse" y prevé un embargo de armas "a Israel mientras ignora ofensivamente el suministro de armas a Hamás por parte de Irán y sus aliados".
Del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en tanto, llegó otro llamamiento a un "alto el fuego humanitario y a la liberación de los rehenes",porque "la situación en Gaza es desesperante".
También se declaró "preocupado" por las informaciones sobre el posible uso de inteligencia artificial por parte de Israel para identificar objetivos a atacar en la Franja.
Muchos medios de comunicación escribieron al respecto en los últimos días.
internacionales, incluido The Guardian.
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