La Confederación General Italiana de Trabajo advirtió sobre la emergencia grave que afecta a Italia, "representada por el inaceptable fenómeno de las muertes en el trabajo: estamos en el día 52 de 2024 y ya hemos registrado 148 muertes por accidente laboral", según sentenció el sindicato.
Así lo afirmó la secretaría general de la CGIL Sarda que, junto con una delegación del sindicato, llevó una pancarta con la inscripción "No más muertes en el trabajo" frente a la Feria de Cagliari, donde se encontraba la primera ministra Giorgia Meloni y los viceprimeros ministros, Antonio Tajani y Matteo Salvini, en ocasión del cierre de la campaña electoral de Paolo Truzzu, candidato a la presidencia para los comicios regionales de Cerdeña. "Conozco las cifras. Como ustedes saben, el año pasado ya contratamos 800 nuevos inspectores de trabajo. Evidentemente, no es suficiente, lo hemos hablado esta mañana en el Consejo de Ministros para preparar las normas que llegarán el lunes", replicó Meloni, al hablar con los representantes de la CGIL, y subrayó que la seguridad en el trabajo no es una cuestión sobre la cual "dividirse sino sobre la cual todos podemos intentar trabajar juntos".
"Hay también algunas propuestas procedentes del sindicato que, en mi opinión, son interesantes y en las que estamos trabajando", añadió la primera ministra. "Convocaremos antes del lunes a la mesa nacional de los sindicatos más representativos.
Escuchemos y trabajemos juntos las propuestas. Es un tema sobre el que hemos tratado de dar señales desde el principio", completó Meloni.
"Se trata de invertir una tendencia que ve la legislación laboral desregulada, el sistema de controles e inspecciones desmantelado y que ve el código de adquisiciones violado, porque hoy se permiten descuentos máximos y subcontratación en cascada y el empleo de trabajadores ilegales sin controles sobre las tarjetas y sobre las entradas y salidas, una situación inaceptable, indigna de un país miembro del G7", insistieron desde el sindicato.
"Pedimos que se inicien negociaciones serias, oímos demasiados anuncios y rumores", mientras que el Gobierno "no se reúne con nosotros desde julio", protestó Maurizio Landini, secretario general de la CGIL, en declaraciones a los periodistas con motivo de la manifestación en Florencia tras el grave accidente en una obra en construcción, que costó la vida a cinco trabajadores el 16 de febrero pasado.
Unas cincuenta personas protestaron frente a la Prefectura contra los accidentes y las muertes en el trabajo en el marco de una manifestación organizada por la CGIL y la UIL, la otra confederación gremial. Los manifestantes desplegaron una gran pancarta en el suelo con la leyenda "las muertes en el trabajo nunca son por casualidad" y colocaron una serie de cascos de colores, símbolo de las muertes de trabajadores.
Se requiere "revisar la liberalización de la subcontratación, fortalecer los recursos de supervisión, establecer bases de datos únicas a nivel nacional y regional para identificar a quienes violan las normas de seguridad y salud". Estos son los puntos que los sindicatos de la construcción y del metalurgia de CGIL y UIL presentaron al presidente de la provincia de Avellino, Rino Buonopane, instando a los municipios a adoptar resoluciones en este sentido para enviarlas al gobierno.
Sindicatos y trabajadores, en la jornada de huelga de dos horas proclamada a nivel nacional contra las muertes en el trabajo y por la seguridad en el trabajo, promovieron una sentada frente a la sede de la administración provincial de Avellino y en la fábrica Stellantis de Pratola Serra.
"El Gobierno convocó a representantes de los sindicatos y de los empresarios al Palacio Chigi el lunes 26 de febrero para una reunión sobre el tema de la seguridad y la salud en el lugar de trabajo", explicó un comunicado.
Cientos de trabajadores de la construcción y metalúrgicos participaron hoy también en la manifestación promovida en Nápoles por la CGIL y la UIL frente a la sede de la Prefectura, en Piazza Plebiscito, con motivo de la huelga nacional proclamada tras la masacre laboral ocurrida en Florencia.
A la medida se sumaron también muchos jóvenes y jubilados.
Varios trabajadores de la construcción llevaban cascos protectores, mientras se realizaron asambleas en centros de trabajo y reparto de panfletos en toda la región.
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