Israel seguirá adelante con la operación militar en Rafah independientemente de un acuerdo sobre los rehenes. El primer ministro Benjamín Netanyahu confirmó en una rueda de prensa su intención de entrar en la última ciudad del sur de Gaza -a un paso de Egipto- donde se concentran más de un millón de palestinos desplazados. Incluso si "se lograra un acuerdo sobre los rehenes -explicó Netanyahu- entraremos en Rafah. No hay alternativa para una victoria total y no hay otra manera de eliminar allí a Hamás y sus batallones".
Una medida a la que se oponen Estados Unidos y la comunidad internacional.
"Quienes quieren impedirnos actuar en Rafah, en la práctica -respondió Bibi- nos dicen que perdamos la guerra. Se lo repetí también al presidente (Joe) Biden. Y a los líderes mundiales les digo que Israel luchará hasta lograr la victoria completa. Esto incluye, obviamente, también la acción en Rafah, tras el desalojo de civiles".
El primer ministro, que no descartó la necesidad de una operación militar además en el frente norte contra el Hezbolá libanés y eliminó la posibilidad de que dimita antes de las elecciones que "se celebrarán dentro de algunos años", desestimó después las peticiones de Hamás de un alto el fuego como "locas". "Su objetivo es derrotar a Israel y nosotros -añadió- no podemos aceptarlo". Sobre el tema de los rehenes, Netanyahu resumió la política de su gobierno para su liberación: "Sólo una fuerte presión militar y negociaciones decididas conducirán a su regreso a casa".
Luego el expediente del nacimiento de un Estado palestino, otro punto de conflicto abierto con Washington y la UE. "Israel -explicó Netanyahu- no acepta los dictados internacionales. Un acuerdo con los palestinos sólo se logrará con negociaciones directas entre las partes y sin el reconocimiento unilateral del Estado palestino. No habría mayor premio para el terrorismo".
El primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdul Rahman Al Thani, afirmó también desde Múnich que las negociaciones acerca de un posible alto el fuego y la liberación de los secuestrados -hay numerosas manifestaciones con esta petición en Israel- se encuentran en un punto crítico. Explicó que en los últimos días las negociaciones "no han sido muy halagüeñas". "Siempre seremos optimistas, seguiremos presionando", añadió, e introdujo, sin embargo, un inédito aspecto que ciertamente no puede complacer a Israel.
De hecho, Al Thani pidió que el acuerdo de tregua "no esté condicionado" a la liberación de los rehenes. "Este es el dilema -esclareció- en el que nos encontramos y desgraciadamente muchos países han hecho un uso indebido de ello", es decir "que el alto el fuego debe estar condicionado a un acuerdo sobre los rehenes", pero "no debería ser así".
Además, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, después de acusar a Israel de no haber progresado en las negociaciones, siguió repitiendo la línea de intransigencia de la facción islámica.
Hamás, subrayó, no aceptará "nada más que el fin total de la agresión, la retirada del ejército de ocupación de Gaza y el levantamiento del injusto bloqueo de Gaza".
Seguidamente insistió en la liberación de los "presos palestinos que cumplen condenas de larga duración". Y otro líder de Hamás dijo a Al Jazeera que la facción está dispuesta a abandonar cualquier negociación si "la ayuda humanitaria no llega al norte de la Franja".
Mientras tanto, el Wall Street Journal reveló que la Administración estadounidense planea enviar nuevas armas a Israel por una cantidad estimada en decenas de millones de dólares. En el día 134 de la guerra, las FDI continúan atacando el centro de la Franja y Khan Yunis, en el sur. Los soldados se encuentran todavía en el hospital Nasser de la ciudad y el portavoz militar afirmó que "allí han sido arrestadas alrededor de 100 personas sospechosas de actividad terrorista".
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