La predicción proviene del estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters y dirigido por la Universidad Suiza de Lausana, que desarrolló simulaciones muy precisas gracias a algoritmos basados en inteligencia artificial.
Al mismo tiempo, el retroceso de los glaciares dejará expuestas áreas cada vez mayores de paredes rocosas, un fenómeno que puede aumentar el riesgo de deslizamientos de tierra en el corto plazo, aunque la tasa de erosión de las montañas alpinas es mucho menor en comparación con hace 10.000 años.
Esto es lo que dice un segundo estudio publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters, liderado por la Universidad de Utrecht, Países Bajos, que destaca el impacto de estos eventos en las comunidades de montaña.
A diferencia de otras simulaciones, que producen estimaciones que llegan hasta finales de siglo, investigadores liderados por Samuel Cook de la Universidad de Lausana se centraron en un período más corto, con el fin de comprender mejor la relevancia de estos fenómenos a corto plazo.
De acuerdo con los resultados obtenidos, incluso si el calentamiento global se detuviera por completo en este momento, los Alpes perderían al menos un tercio de sus glaciares (34%) para 2050.
Un escenario muy optimista y alejado de la realidad: "Los datos utilizados para construir los escenarios se detienen en 2022, un año al que siguió otro excepcionalmente cálido", explica Cook. "Por lo tanto, es probable que la situación sea mucho peor".
De hecho, la proyección más realista que se produce al imaginar un escenario sin mayores cambios respecto al actual, muestra que el volumen de hielo desaparecido rondará el 46%, aproximadamente la mitad, con la posibilidad de que este porcentaje aumente hasta un 65% más si la tendencia de las emisiones de gases invernadero será similar a la de los últimos 10 años.
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