Los hutíes en Yemen, cuyas posiciones fueron atacadas anoche por ataques estadounidenses y británicos, son definidos como "rebeldes" en Occidente porque cuentan con el apoyo de Irán, Pero desde hace diez años constituyen la principal fuerza militar e institucional del atormentado país árabe.
Desde 2014, los hutíes controlan la capital, Saná, con todos los ministerios y el Banco Central, así como amplias regiones del centro y del norte del país.
Aunque Arabia Saudita ha mantenido hasta ahora una actitud cautelosa ante el conflicto entre Estados Unidos y los hutíes, estos llevan años luchando con las fuerzas yemeníes prosaudíes y con las apoyadas por los Emiratos Árabes Unidos que, con amarga rivalidad, se dividen entre ellos el centro-sur del país, incluido el estratégico puerto de Adén.
En cambio, las regiones orientales de Yemen han estado dominadas por la rama local de Al Qaeda durante décadas, la misma en la que se entrenó Osama bin Laden.
El gobierno proiraní de Saná, liderado por Abdel Malek Houthi, ha desarrollado a lo largo de los años un arsenal militar capaz de alcanzar objetivos incluso a dos mil kilómetros de distancia, con misiles balísticos y drones de fabricación iraní, como los usados en los recientes ataques contra instalaciones petroleras sauditas y emiratíes.
El puerto israelí de Eilat está a unos 1.600 kilómetros de distancia de Saná.
Desde 2015, Arabia Saudita había creado una coalición anti-hutíes a la que se sumaron, entre otros, los propios Emiratos Árabes Unidos. En 10 años de guerra en Yemen han muerto más de 350 mil personas, según la ONU.
En abril de 2022, las partes en conflicto acordaron una tregua. Un año después, el deshielo político y diplomático entre Irán y Arabia Saudita, mediado por China, aceleró el diálogo entre los hutíes y Riad, prolongando el alto el fuego, que de hecho sigue en vigor.
Pero el 10 de octubre, el líder hutí anunció la entrada de su gobierno en el conflicto contra Israel junto a Hamás y el llamado 'eje de resistencia' liderado por Irán. Desde entonces, casi todos los días, las fuerzas yemeníes han disparado contra numerosos buques de carga y petroleros que se dirigían hacia Israel.
Eso provocó la decisión de Estados Unidos en diciembre de crear una coalición marítima, Prosperity Guardian, para proteger los intereses de Israel y la libertad de navegación en ese brazo del mar.
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