(ANSA) TEL AVIV - En una operación sorpresa, cientos de soldados y agentes aislaron una zona del asentamiento judío cerca de Belén (Cisjordania) y demolieron las viviendas de algunos puestos de avanzada construidos cerca de la colonia Pney Kedem.
La presencia de los militares despertó la indignación del diputado Rothman, líder del partido Sionismo Religioso, que integra la coalición de gobierno.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, subrayó que él personalmente ordenó esa operación, que coincidió con la llegada del secretario de Estado estadounidense, Blinken, a Israel.
La administración Biden, así como la Unión Europea, han expresado repetidamente su preocupación por la violencia de los colonos en Cisjordania.
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