Fue una reunión un poco más "afilada" de lo esperado para el último Consejo de Ministros del año en Italia.
Ocupó toda la tarde, entre las cumbres previas al MDL y los debates en el Consejo.
No tanto por el Superbonus (programa de incentivos fiscales para obras que mejoren la eficiencia energética de las casas), sobre el cual al final se llegó a un compromiso que satisface a todos, o al menos no disgusta demasiado a nadie.
En cuanto a la espinosa cuestión de los balnearios, que surgió inesperadamente con una información de Matteo Salvini y sobre las que se decidió no decidir, se trasladó a enero la solución de un expediente que queda pendiente principalmente a las conversaciones con Bruselas. Días atrás, la Comisión Europea envió una carta al gobierno italiano, un paso más para dar cuenta de la infracción del país en cuanto a la renovación automática de concesiones a privados para manejar balnearios.
Mientras los operadores ganan fortunas, el Estado, al que pertenecen las playas, otorga concesiones a bajos precios y con oscuros criterios.
También existe tensión sobre el "regreso" o la llegada de futbolistas del extranjero, cuyos incentivos acaban desapareciendo. El ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, presidió el encuentro porque la premier Giorgia Meloni está en casa, en cama por un problema de otolitos (afección del oído que provoca mareos), ahora "en vías de solución", como aseguran sus colaboradores. Tras la "maniobra" del otorrinolaringólogo, y con un collarín para levantarse y no provocar mareos, la premier volverá a la actividad y estará el 4 de enero dando la postergada rueda de prensa de fin de año.
La reunión "se desarrolló sin contratiempos", minimiza más de un ministro. Pero en realidad las tensiones repuntaron a lo largo del día. Aún queda por resolver la cuestión del Superbonus, en la que Forza Italia (el partido de Silvio Berlusconi y del canciller Tajani) no puede permitirse errores, especialmente después de la votación sobre el MEDE, el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Durante una hora y media, Tajani se enfrentó al Ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, que solo se mostró abierto a propuestas de "coste cero" y que se limitó a reiterar el mensaje que lanzó recientemente desde la audiencia en la Comisión de Presupuesto sobre los fondos del estado para 2023.
De ahora en adelante, se trata de llegar a un acuerdo difícil. Una vez resuelto el tema del Superbonus, pudo comenzar la reunión. Pero inmediatamente surgió la cuestión de los descuentos para los futbolistas. En los borradores del decreto Milleproroghe estaba prevista una prórroga. "Inmoral", según Matteo Salvini, que dijo que estaba dispuesto a no participar en la votación. Pero también se habrían alzado otras voces, empezando por Giorgetti y Daniela Santanché (ministra de Turismo), para bloquear el "premio Lotito", como apodaron la medida entre los parlamentarios.
Una vez aprobadas todas las medidas del orden del día, la reunión continuó. Salvini volvió a tomar la palabra para una "información" sobre las estaciones balnearias. El viceprimer ministro de la Liga Norte intenta convencer al Consejo de Ministros para que apruebe unas directrices para orientar a los alcaldes sobre qué hacer con las concesiones (que también incluían seis meses en la mesa técnica para completar los criterios para definir la "escasez" de playas).
Sin embargo, está pendiente un procedimiento de infracción europeo sobre el expediente. Roma tiene dos meses para responder, que expirarán pronto. Y una votación del gobierno ahora, con las discusiones en curso, correría el riesgo de comprometer el diálogo, el razonamiento que habría opuesto a Raffele Fitto (ministro de Asuntos Europeos), que está negociando con Bruselas.
Entonces se volverá a hablar del tema en enero. Al regresar de las vacaciones navideñas y después de que Meloni haya ofrecido su segunda rueda de prensa de fin de año, que, de hecho, se convierte en una conferencia de principios de año con el nuevo aplazamiento al 4 de enero.
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