Para tomar decisiones difíciles "no hay un procedimiento
particular - respondió Schlei - sino un método, que es el de
escuchar también opiniones diferentes.
Siempre quise que en mi
equipo hubiera alguien que no pensara como yo, que fuera un poco
más conservador, para decidir con equilibrio".
En cuanto al tema de los derechos LGBTQ+, expresó que, en
Italia, "ni siquiera tenemos una ley contra el odio y la
discriminación; la que ha sacado adelante Alessandro Zan, con la
que trabajamos todos los días" fue "destruida por la derecha con
ese aplauso vergonzoso en el Senado".
"Estamos luchando por el matrimonio igualitario", añadió.
"Amor es amor: este es el lema con el que acompañamos a las
asociaciones en la batalla. Pero también faltan los derechos de
las hijas e hijos de las parejas homoparentales, por lo que nos
quedan muchos pasos por delante. Y hay que hacerlo con una
movilización permanente, buscando el apoyo de los alcaldes e
intentando llevar esta batalla en el Parlamento", también para
no "vivir en la Edad Media de los derechos e ir hacia Europa y
hacia el futuro".
En cuanto a su vida personal, Schlein aseguró que, por las
noches, intenta "descomprimirse", ver "una serie de televisión"
o jugar en la PlayStation.
Las "opciones de ropa -explicó después- ciertamente
dependen de la situación en la que me encuentre. A veces son
poco convencionales, otras veces más formales. En general, digo
que sí a los colores y a los consejos de una armocromista,
Enrica Chicchio".
Finalmente, comentó las fotos que trascendieron con su
pareja, Paola Belloni, publicadas por una revista: "Fue un
outing -dijo Schlein- que siempre es una forma de violencia,
como ella aclaró. Estoy totalmente de acuerdo".
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