El centroderecha italiano reaccionó hoy con duras palabras a la elección de Elly Schlein como máxima líder del Partido Democrático, y a la vez con satisfacción, por entender que llevará adelante una conducción ideologizada que hará del PD una fuerza cada vez más marginal en el panorama político de Italia.
"Vuelve la izquierda maximalista", "la vieja izquierda", "los rojos", fueron algunas de las respuestas de los partidos que hoy gobiernan con Giorgia Meloni en Italia.
Y hay quienes, como Forza Italia y los centristas de la UDC, que ven en la llegada a la conducción del PD de Schlein una gran oportunidad para ampliar sus apoyos en el sector del centro moderado. La premier Giorgia Meloni, invitada del primer episodio de "Five Minutes" de Bruno Vespa, dice que llamó a Elly Schlein para desearle suerte.
"Obviamente -añade el primer ministro- espero una oposición muy dura, he hecho una oposición muy dura. La confrontación de ideas no me ha preocupado, nunca me ha asustado".
"He oído decir, sostuvo Meloni, que el Partido Demócrata será un problema para el gobierno de Meloni: mire, la democracia nunca ha sido un problema para nosotros, si algo lo fue para la izquierda, para nosotros la confrontación si se hace sobre ideas es simplemente una buena noticia. Ciertamente, estoy lista para la confrontación y le deseo suerte otra vez".
Luego, hablando de Ucrania, reiteró que pretendía representar a una Italia orgullosa "que no cambia de posición de la noche a la mañana".
Tommaso Foti, líder de Fratelli d'Italia, el partido de Meloni, tuvo palabras duras hacia el nuevo rumbo del PD: "volvió la antigua izquierda roja", sostuvo, mientras que otro socio del gobierno, La Lega, asumió un perfil más bajo e inclusive su líder, Matteo Salvini, elogió la gran afluencia de las primarias que venció Schlein. "La participación es siempre un valor positivo, como lo es tener una voz autorizada de la oposición", observó Salvini en una nota.
Pero no podía evitar una crítica: "confío en que a partir de mañana en la izquierda por fin se respete y se reconozca el valor democrático del voto popular, que en septiembre le dio claramente a la centroderecha la responsabilidad de gobernar el país. La democracia no es propiedad exclusiva". de la izquierda".
Y hoy lanzó una especie de encuesta en las redes sociales: "Una pregunta: en su opinión, ¿cambia algo para el Partido Demócrata y para Italia?", pregunta Salvini.
En la Forza Italia de Silvio Berlusconi esperan que con el Partido Democrático haya "una confrontación correcta, constructiva, respetuosa, incluso entre políticos opuestos, orientada al bien del país".
Licia Ronzulli va más allá, viendo en esta votación una gran oportunidad para su partido. El maximalismo del que Schlein es intérprete, explica la líder del grupo en el Senado, "nos acercará a aquellos exponentes democráticos a los que les gustaría un partido reformador, moderado". Un partido que, concluye, está representado por Forza Italia, "la verdadera casa democrática de los liberales".
Entre las reacciones más virulentas a la elección de Schlein se destaca la del grupo tradicionalista católico Pro Vita e Famiglia, que ironizó sobre el uso de lenguaje inclusivo al que acostumbra la nueva secretaria general del PD.
"Con Schlein Segretaria/e/i/o/u, el Partido Demócrata se asienta definitivamente en posiciones de aborto desenfrenado, ideología radical de género fluido, ecologismo antihumano, la droga libre y la guerra a la libertad educativa de las familias.
Evitaremos que destruyan Italia", afirmó el grupo.
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