Octubre -cuando se cumplían tres años del estallido social- fue el mes con peores resultados para Boric, pues en las últimas cuatro semanas su apoyo bajó nueve puntos porcentuales, mientras que su desaprobación creció ocho puntos, según la encuesta Plaza Pública Cadem.
Respecto a la situación del país, un 71% de los encuestados consideró que Chile va por un mal camino, versus un 21% que cree que va por un buen rumbo. Un 92% cree que la economía chilena está estancada o va retrocediendo, mientras un 7% opinó que se está creciendo.
Un 52% manifestó tener una expectativa pesimista o muy pesimista del país, y un 27% tiene una mirada positiva. En cuanto a la economía personal y familiar, un 46% declaró tener una buena situación, versus un 38% que indicó una situación desfavorable.
El sondeo también preguntó por las instituciones de mayor confianza que por segunda semana consecutiva encabezan las universidades, con un 64%; seguido por el Metro, con un 62%, acumulando la empresa estatal una caída de 10 puntos en dos meses.
En tercer lugar, se ubican los laboratorios de medicamentos nacionales con un 58%.
Por el contrario, las instituciones con menos confianza en Chile son las Isapres (salud privada) con un 23%, las concesionarias de autopistas -esta semana hubo una movilización pidiendo No+Tag, cobro por tramo recorrido, registrando un 22% y las de menos respaldo ciudadano con las controvertidas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs), con un 21%.
Sobre la situación post plebiscito, el registro dio cuenta que un 71% -tres puntos más que la encuesta pasada- está de acuerdo con que Chile necesita una nueva Constitución, frente a un 27% (menos un punto porcentual) que está en desacuerdo.
La opción de cambiar la actual Carta Fundamental y redactar una nueva subió dos puntos y llegó a un 44 por ciento, mientras que se mantiene en 46% el apoyo a realizar reformas al actual texto. Un 9% mantendría la actual Constitución sin hacer cambios.
Un 48% cree que un nuevo proceso constituyente debería definirse a través de un plebiscito de entrada que establezca si hay que reformar la actual Constitución o hacer una nueva, mientras un 45% estimó que se debe generar un gran acuerdo político para tener una nueva Constitución respetando el resultado del plebiscito de entrada del 2020. En el referéndum de hace dos años, un 79,8% se pronunció -con voto voluntario- por una nueva Constitución y que fuera redactada por una asamblea constituyente completamente elegida, desechando una convención mixta que incluyera a representantes del Congreso.
Sin embargo, en el Plebiscito del 4 de setiembre pasado, un 62% de la población -con voto obligatorio- decidió rechazar el texto propuesto por la Convención. Pese a que el acuerdo de 2019 estableció que un rechazo de la propuesta significaba que se mantenía la Carta de 1980, heredada de la dictadura, los sectores de derecha se comprometieron, previo al referéndum de salida, a que se contaría con un nuevo texto.
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