Bárcena, de 69 años, fue en efecto la primera mujer en ejercer el cargo de secretaría ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en 60 años de historia, cuando fue designada en 2008 y también la pionera en poner énfasis en el desarrollo sustentable para abatir la desigualdad en la región.
La designación de Bárcena a la escena pública mexicana será el regreso largamente aplazado de una de las mentes más brillantes de su generación, y la culminación de una dilatada carrera iniciada en México, donde desde muy joven escaló posiciones clave en el gobierno del presidente Carlos Salinas.
Entre otras cosas, fungió como directora de Instituto Nacional de la Pesca y viceministra del Medio Ambiente (entre 1989 y 1991).
Luego comenzaría una meteórica trayectoria en organismos internacionales que la llevó a desempeñarse primero como directora fundadora del Consejo del Planeta Tierra con sede en Costa Rica, y luego coordinadora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Posteriormente, fue designada jefe de la división de medio ambiente y asentamientos humanos, y luego secretaria ejecutiva Adjunta de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con sede en Santiago de Chile, hasta el 1 de junio de 2006.
Su siguiente encomienda fue la de jefa de gabinete adjunta y luego jefa de gabinete del secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
Entre otras cosas, ha sido profesora e investigadora de la UNAM, autora de diversos artículos sobre desarrollo sostenible y directora del Centro Regional del Sureste del Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos en el estado sureño de Yucatán, en estrecha colaboración con las comunidades Mayas.
Desde enero de 2007, fue designada por el nuevo secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como subsecretaria general de Administración.
Graduada en biología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con maestría en administración por la Universidad de Harvard, Estados Unidos, el 1 de julio de 2008 se hizo cargo de la secretaría ejecutiva de la Cepal, con sede en Santiago de Chile.
El presidente Andrés Manuel López Obrador la había invitado a trabajar en su gobierno tras su clamorosa victoria con el 53% de los votos en las competidas elecciones de julio del 2018 por ser una figura con gran capacidad de interlocución a nivel internacional.
El Instituto Matías Romero, creado en 1974 para "preparar personal de alto nivel académico y técnico en materia de diplomacia, política internacional y política exterior de México", suele contar con una planta de docentes de la más alta reputación en materia política y de relaciones internacionales.
Desde diciembre pasado, anunció que dejaría su cargo a la cabeza del organismo internacional en marzo de 2022, para concluir un largo periodo de más de 13 años donde su discurso a favor de la igualdad para impulsar el desarrollo de la región tenido una gran influencia en sectores académicos y políticos de la región.
Sin embargo, ya en vísperas de la asunción de López Obrador en diciembre de 2008, Bárcena dijo que "le honraría" y estaría "disponible" para colaborar con el próximo gobierno.
Sin embargo, las apuestas de los analistas eran que se convertiría en canciller o en embajadora de México ante la ONU, aunque al final no se concretó ninguna de las dos designaciones.
Luego de acordar su salida con el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, este la calificó como "progresista y visionaria", elogiando "liderazgo estelar" articulado con los más diversos actores de Latinoamérica y el Caribe, entre jefes de Estado, comunidades locales, la academia, organizaciones civiles e instituciones multilaterales.
Por primera vez, dados sus antecedentes profesionales, colocó a la sostenibilidad en las políticas económicas y sociales como eje para conciliar la lucha contra la inequidad y la vigencia de la democracia, consideran los analistas en México.
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