Las lágrimas y los abrazos comenzaron a aliviar la tensión que se apoderó de Israel durante 15 meses.
Es la culminación de
un día de tregua histórica entre Israel y Hamás después de una
guerra que mató a 46.913 palestinos y causó un sufrimiento
indescriptible a los rehenes israelíes y sus familias.
A las 11.15 (hora local), con tres horas de retraso, el
rugido de los aviones de combate desapareció de los cielos del
enclave y comenzó el alto el fuego.
Los palestinos se alegraron,
esperando volver a ver las condiciones de sus hogares lo antes
posible.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quiso hacer
público el momento en que el coordinador gubernamental de los
secuestrados, Gal Hirsh, desde el centro operativo que siguió a
distancia la compleja operación de liberación, le pasó la
información crucial.
"Gal, ¿me oyes?", dijo el premier. "Sí, hola primer
ministro, estoy aquí con el Mossad, la Shin Bet, las FDI y toda
nuestra red de seguridad. Quiero que sepas que nuestras
secuestradas fueron transferidas a las manos del ejército".
"Es un día muy emocionante. Estas son las primeras raptadas
que llevamos a casa en esta etapa. Gal, dile a Romi, Doron y
Emily que toda la nación les abraza. Han pasado por un infierno.
Están saliendo de la oscuridad hacia la luz", dijo Netanyahu.
Haciéndose grabar en un video, difundido desde su oficina, para
inmortalizar el momento.
Pero antes de la alegría, las últimas 24 fueron extenuantes
para todo el país y para los ciudadanos de Gaza. El retraso en
la entrega de nombres por parte de Hamás la noche del sábado
alarmó a los ánimos de ambos lados de la frontera.
El alto el fuego, inicialmente previsto para las 8:30 del
domingo, fue trasladado a las 11:15. Y hasta esa hora, la fuerza
aérea israelí lanzó oleadas de ataques en la Franja contra
varios objetivos de Hamás, incluyendo milicianos armados que
desfilaban en camionetas por las calles. Las autoridades de Gaza
informaron de 13 víctimas.
Entonces, de repente el silencio. El rugido de los cazas
desapareció del cielo del enclave, la gente salió a las calles a
celebrar, los camiones cargados con ayuda humanitaria,
especialmente alimentos y harina, comenzaron a llegar.
La gente se precipitó a los mercados para comprar comida, en
las calles las mujeres ofrecieron golosinas: el dolor y el
sufrimiento de un año y tres meses de guerra devastadora fueron
sustituidos por el júbilo, espontáneo e inmediato.
Las imágenes que llegaron desde el norte de la Franja
mostraron un desierto de escombros, caminos sin asfaltar en
medio, camionetas autorizadas como naves espaciales de otro
mundo.
Desde Washington, el presidente electo Donald Trump, en la
víspera de la toma de posesión de la Casa Blanca, publicó su
satisfacción por el resultado del acuerdo en su red social,
Truth: "Los secuestrados comienzan a salir hoy de Gaza. Tres
maravillosas jóvenes serán las primeras", escribió.
Joe Biden, dispuesto a abandonar el Estudio Oval, celebró la
concreción del acuerdo entre Hamás e Israel con palabras más
políticas: "La entrada en vigor del alto el fuego en Gaza llega
a una región, Medio Oriente, profundamente transformada. Hamás
ya no gobernará en Gaza", dijo, señalando que "el líder del
grupo terrorista (Yahya Sinwar) está muerto y los patrocinadores
de Hamás fueron debilitados por Israel".
También se alegró el presidente italiano, Sergio Mattarella:
"Ahora más que nunca es importante el compromiso de la comunidad
internacional para garantizar la aplicación progresiva y plena
de la tregua" por una "paz duradera", dijo.
Mientras tanto, desde Bruselas, el presidente del Consejo
Europeo, Antonio Costa, resaltó en la red social X que "el
acuerdo trae un tan esperado rayo de esperanza a la región.
Todas las partes deben respetarlo. La paz es el único camino a
seguir".
El presidente francés, Emmanuel Macron, dirigiéndose a su
par de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas (Abu
Mazen, su nombre de guerra) pidió que se "restablezca la
gobernanza palestina en Gaza".
Por su parte, el grupo Hamas, acusado de los retrasos por
Israel y presionado por los países mediadores, quiso dejar clara
su posición: en un video publicado en las redes sociales, con la
cara completamente cubierta por una kefiah roja, el portavoz de
las brigadas Qassam Abu Obeida, afirmó que el grupo está
comprometido con el cumplimiento del acuerdo de alto el fuego e
insta a los mediadores a obligar a Israel a respetarlo.
En tanto, Doron, Emily y Romi, después de ser llevadas a la
instalación en la frontera con Gaza donde pudieron reunirse con
sus madres, fueron trasladadas en helicóptero al hospital Sheba
en Tel Hashomer, donde se reunirán con el resto de sus familias
y recibirán la atención médica necesaria
Trajeron consigo una bolsa de "regalos y recuerdos" que
habían recibido de Hamás desde Gaza, incluyendo una foto de la
Franja.
Fuera, cientos de personas las esperaban aplaudiendo y
desplegando grandes banderas israelíes. Fuentes palestinas han
informado que en el día 552 camiones con ayuda humanitaria han
entrado en Gaza. Quedarán en la memoria colectiva las fotos
difundidas por las autoridades en las que se ven a las tres
chicas liberadas felices en los brazos de sus madres.
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