Así lo afirmó el viceministro de Aviación Civil, Joo Jong-wan. "Se examinarán minuciosamente los registros de mantenimiento de sistemas clave como motores y trenes de aterrizaje de 101 aviones operados por seis aerolíneas que utilizan el mismo modelo que el avión accidentado", dijo, y añadió que la inspección durará hasta el 3 de enero.
Se espera que funcionarios estadounidenses de seguridad de la aviación y personal del fabricante Boeing se unan en Corea del Sur a los investigadores que realizan las indagaciones sobre el peor desastre de aviación del país, y que los funcionarios inicialmente atribuyeron a un impacto con una bandada de pájaros.
Las principales hipótesis apuntan a un posible impacto con aves y un fallo en el tren de aterrizaje como las causas del siniestro. Sin embargo, una declaración del experto en aviación David Learmont, consultado por Sky News, generó controversia al afirmar que, de no haber sido por el muro de hormigón contra el que se estrelló el avión al final de la pista, "todos estarían vivos ahora".
El Boeing 737-800 de Jeju Air transportaba a 181 personas desde Tailandia a Corea del Sur cuando dio la alarma y aterrizó boca abajo antes de estrellarse contra una barrera y explotar.
El Boeing 737-800 se incendió tras colisionar con la pared de cemento en el Aeropuerto Internacional de Muan, ubicado a 290 kilómetros al suroeste de Seúl, Corea del Sur. Había despegado desde Bangkok, Tailandia. Además, se difundió un video que captó el momento del impacto, generando conmoción internacional.
Learmont subrayó que el avión aterrizó correctamente, con las alas niveladas, y fue manejado de manera adecuada hasta que chocó contra la pared. La clave de la investigación, según Learmont, será determinar por qué el piloto no desplegó los flaps o el tren de aterrizaje, lo que hizo que el avión aterrizara a una velocidad mucho mayor de la prevista.
Todos los que iban a bordo del vuelo 2216 de Jeju Air murieron, excepto dos mujeres, una de ellas azafata, que fueron rescatadas de entre los restos de la aeronave y ahora están hospitalizadas en condición estable.
Corea del Sur declaró siete días de luto tras el desastre, con banderas ondeando a media asta en los edificios gubernamentales.
El presidente interino Choi Sang-mok, en el cargo apenas desde el viernes, dijo que el gobierno estaba haciendo "todos los esfuerzos posibles" para identificar a las víctimas y apoyar a las familias en duelo.
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