Tras haber detenido en los últimos días a cientos de personas en el hospital de Kamal Adwan, en el norte de la Franja, en las últimas horas las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) atacaron primero el hospital de al-Ahli, en la ciudad de Gaza, y después el de al-Wafaa, en la parte occidental de la ciudad, causando en este último caso la muerte de al menos siete personas y heridas a varias más, según la Defensa Civil local.
Al mismo tiempo, en el 450º día de guerra, el frío causó otra muerte súbita en la Franja, la de un bebé de 20 días, Juma al-Batran, la quinta en Gaza en una semana.
"No hay electricidad. El agua está fría y no hay gas, calefacción ni comida", declaró desesperado a Al Jazeera el padre del recién nacido, Yahya al-Batran.
"Mis hijos se mueren ante mis ojos y a nadie le importa.
Juma murió y temo que su hermano gemelo Ali pueda seguirle".
Y mientras la oficina de prensa del gobierno en Gaza afirmó que se esperan más lluvias torrenciales a partir de las próximas horas, lo que agravará el sufrimiento de los dos millones de personas confinadas en la Franja, muchas de las cuales carecen de un refugio adecuado, Ahmed Alfarra, médico de la maternidad del hospital Al Tahreer de Khan Younis, afirmó que todos los días tiene que registrar cinco o seis casos de hipotermia en los recién nacidos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también tendrá que lidiar estos días en persona con un hospital. En efecto, su oficina anunció que, debido a una infección de las vías urinarias diagnosticada el pasado miércoles, el premier deberá someterse a una operación de próstata, por lo que solicitó que se anulen las tres vistas previstas para esta semana en el juicio contra él por corrupción.
La petición fue aceptada por el Tribunal de Distrito de Jerusalén. Mientras tanto, el ministerio de Sanidad preparó un informe para la ONU basado en los testimonios de rehenes israelíes que fueron liberados en virtud de un acuerdo de noviembre de 2023 y de los que fueron rescatados por las FDI.
Un documento en el que se detalla cómo los que estuvieron cautivos fueron golpeados, hambreados y humillados, y cómo los abusos que se vieron obligados a soportar repercutieron en su salud mental y física mucho tiempo después de su liberación.
Entre otras cosas, informó el Times of Israel, se supo que dos rehenes, apenas adolescentes, fueron obligados a realizar actos sexuales entre ellos y sufrieron abusos sexuales por parte de sus captores.
Prosigue, en tanto, sobre otras fuentes la acción militar israelí.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que 11 personas murieron tras una fuerte explosión en un antiguo depósito de armas del régimen cerca de Damasco, probablemente como consecuencia de una nueva incursión israelí.
Al mismo tiempo, en Líbano, el ejército israelí informó a la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (Unifil) "que la seguridad de las fuerzas de paz no puede garantizarse en las proximidades de Taybe y que las patrullas deben evitar esta zona".
Ante una nueva advertencia de las FDI, Kandice Ardiel, subdirectora de la oficina de prensa de la UNIFIL, recordó que, según la resolución 1701 de la ONU, la seguridad y la libertad de movimientos de los soldados de la ONU deben estar garantizadas en toda la zona de operaciones del sur del Líbano.
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