Sin embargo, es posible que en el futuro factores como la propagación de la obesidad puedan revertir esta tendencia.
Así lo demuestran los datos recopilados gracias a un amplio estudio sobre la población inglesa, el English Longitudinal Study of Aging (Elsa), publicado en la revista Nature Aging por un grupo de investigación internacional liderado por la Universidad de Columbia.
Los investigadores señalan que esta desaceleración del envejecimiento se ha documentado en los británicos y puede no ser cierta en otros países como Estados Unidos.
Al mismo tiempo, afirman, sin embargo, que un estudio similar realizado en la población china también arroja indicios de un mejor envejecimiento, aunque los datos disponibles cubren un período de tiempo más corto.
La novedad del enfoque adoptado por los investigadores radica en el hecho de evaluar la salud de los ancianos no solo considerando la presencia o ausencia de enfermedades, sino el mantenimiento de capacidades cognitivas, motoras, psicológicas y sensoriales.
Los datos revelaron "grandes mejoras" respecto al pasado, explica el primer autor del estudio, John Beard. Por ejemplo, se descubrió que una persona de 68 años nacida en 1950 tenía habilidades similares a las de una persona de 62 años nacida una década antes. Asimismo, los nacidos en 1940 mostraron mejores condiciones que los nacidos en 1930 o 1920.
"Nos sorprendió lo grandes que fueron estas mejoras, particularmente al comparar a las personas nacidas después de la Segunda Guerra Mundial con los grupos nacidos antes", añade Beard.
"Pero nada dice que seguiremos viendo las mismas mejoras en el futuro: cambios como la creciente prevalencia de la obesidad podrían incluso revertir esta tendencia. También es probable que los grupos más ricos hayan experimentado mayores beneficios que otros. En general, las tendencias son claras y sugieren que, para muchas personas, los 70 años pueden ser los nuevos 60", concluye.
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