Entre el 24 de octubre y el 5 de diciembre de 2024, la zona sanitaria de Panzi, en la provincia de Kwango, en la República Democrática del Congo, registró 406 casos de una enfermedad no diagnosticada con síntomas de fiebre, dolor de cabeza, tos, secreción nasal y dolores musculares.
Todos los casos graves se notificaron como desnutrición grave.
Hubo 31 muertes. Esto es lo que se lee en la actualización de la situación de la OMS. La mayoría de los casos involucran a niños menores de 5 años. La zona es rural y remota, y el acceso se ve dificultado aún más por la temporada de lluvias. Para llegar desde Kinshasa por carretera se necesitan 48 horas.
Se están realizando pruebas de laboratorio para determinar la causa exacta de la enfermedad reportada en el Congo, pero "en este momento, también es posible que más de una enfermedad contribuya a los casos y muertes". El nuevo boletín de la OMS también informa que "la malaria es una enfermedad común en esta zona y puede ser la causa o el contribuyente a los casos".
Por tanto, algunas enfermedades conocidas pueden haber contribuido a la muerte de pacientes en el Congo. Estos incluyen "neumonía aguda, influenza, COVID-19, sarampión y malaria" como factores potenciales de desnutrición.
Mientras tanto en Italia, se está celebrando una reunión técnica en el Ministerio de Sanidad con representantes del Instituto Superior de Sanidad para evaluar la situación en el Congo con una enfermedad aún no diagnosticada, también a la luz del caso sospechoso importado y notificado en Lucca."La Comisión Europea organizará una reunión del Comité de Seguridad Sanitaria para coordinar cualquier respuesta necesaria de la UE tan pronto como tengamos más información sobre este asunto". Así lo afirma una portavoz de la Comisión Europea, informando que expertos de la UE y del ECDC están "sobre el terreno" en el Congo tras la noticia de una enfermedad a la que aún no se le ha dado nombre. La Comisión "sigue de cerca" la evolución de la situación y está "en contacto constante con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y con la OMS". De momento en Bruselas todavía no hay casos en Europa.
Los principales síntomas asociados a las muertes en el Congo por esta enfermedad aún desconocida que los expertos están investigando incluyen dificultades respiratorias, anemia y signos de desnutrición aguda. La zona afectada en el Congo ha experimentado "un empeoramiento de la inseguridad alimentaria en los últimos meses, tiene una baja cobertura de vacunación y un acceso muy limitado a diagnósticos de calidad y gestión de casos.
Hay falta de suministros y transporte y escasez de trabajadores sanitarios en la zona". son muy limitados." Así se lee en la actualización de la situación de la OMS. La presentación clínica de los pacientes incluye síntomas como fiebre (96,5%), tos (87,9%), fatiga (60,9%) y secreción nasal (57,8%). "Basado en el contexto actual del área afectada y la amplia presentación de los síntomas, es necesario excluir una serie de enfermedades sospechosas mediante más investigaciones y pruebas de laboratorio que incluyen, entre otras, sarampión, influenza y neumonía aguda (infección del tracto respiratorio), síndrome urémico hemolítico de E.coli, COVID-19 y malaria", reza el informa.
En tanto, Italia eleva la atención sobre la enfermedad aún desconocida. Con una carta enviada por el Ministerio de Salud, se pide a las Oficinas de Salud Marítima, Aérea y de Fronteras del Ministerio de Salud "que presten atención en todos los puntos de entrada, en particular para los vuelos directos provenientes del país".
Las autoridades locales, en estrecha colaboración con las internacionales, "están trabajando para verificar la situación y dar una respuesta rápida y eficaz a este nuevo brote epidémico que está afectando al país", ya recientemente gravemente afectado por la epidemia de Mpox (viruela del mono). Una "debida atención" pero "sin alarmismo", afirma María Rosaria Campitiello, jefa del Departamento de Prevención y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, subrayando la presencia de "una vigilancia activa y un seguimiento constante y permanente".
"El ministerio - añade - ha actuado responsablemente y por precaución" en los controles.
"Cuidado, nunca subestimes, pero nunca alarmes", recuerda Francesco Vaia, director general de Prevención del Ministerio de Sanidad, en un post en Facebook "también porque - según escribe - no hay vuelos directos con el Congo".
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