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También derrotado en Damasco, acelera energía nuclear

La única arma atómica posible de disuasión que queda en Teherán

MOSCU, 08 diciembre 2024, 14:00

Redaccion ANSA

ANSACheck
Los duros golpes infligidos a Hamás en Gaza, la decapitación de las milicias de Hezbolá y ahora la caída del régimen sirio: en unos tres meses Irán ha perdido la profundidad estratégica que proyectaba su poder hasta el Mediterráneo, la verdadera arma que durante décadas le había permitido enfrentarse al poder estadounidense y a Israel.
    Ahora la elección podría recaer en otra arma, la nuclear, la única, como muestra el ejemplo de Corea del Norte, que haría intocable a la República Islámica.
    La caída de Bashar al Assad "es como la caída del Muro de Berlín para el eje iraní", afirmó al New York Times un responsable de la Guardia Revolucionaria de Teherán, que habló del "pánico total" que se está extendiendo entre los dirigentes iraníes desde el inicio de la imparable avance de los rebeldes y yihadistas en Siria.
    Mientras Benyamin Netanyahu afirma que lo que era "un eslabón central en la cadena del mal de Irán" está desapareciendo de escena.

Se trata, sin embargo, de un punto de inflexión, advierte el primer ministro israelí, que "no está exento de riesgos".

Por los nuevos peligros que podrían surgir de Siria, por supuesto, pero también por las futuras opciones estratégicas de Irán.
    Teherán "adoptará un enfoque y posiciones apropiadas" en función de "los acontecimientos en Siria y la región, así como del comportamiento de los actores" sobre el terreno, comentó el Ministerio de Asuntos Exteriores. Un planteamiento político, pero tampoco se puede descartar nada en el ámbito militar. Y los pensamientos inevitablemente se dirigen al programa nuclear.
    En septiembre pasado, el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, afirmó que se estaban realizando intentos de reanudar las conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear de 2015, del que Estados Unidos se retiró tres años después por decisión del presidente Donald Trump. Luego, sin embargo, vinieron los ataques contra los comandantes de Hezbolá en el Líbano y el asesinato de su líder, Hassan Nasrallah, en una incursión en Beirut.
    El bombardeo de Siria también había afectado las líneas de suministro de los combatientes chiítas del Partido de Dios.
    Acorralado en el terreno, Teherán anunció el mes pasado que estaba poniendo en funcionamiento centrifugadoras de enriquecimiento de uranio "nuevas y avanzadas".
    Y en los últimos días el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, afirmó que Irán podrá producir 34 kilogramos de uranio enriquecido al 60 por ciento frente a los 4,7 kilogramos producidos anteriormente.
    Y según el propio Grossi, la República Islámica es el único país no equipado con armas nucleares que enriquecen material fisionable a este nivel, muy por encima del necesario para producir combustible para las centrales eléctricas (3-5 por ciento) y peligrosamente cerca del 90 por ciento necesario para producir ojivas atómicas.
    "El programa nuclear de Irán es pacífico y se basa en las necesidades técnicas del país, y continuará bajo la supervisión de la OIEA", dijo el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Esmail Baghaei. Pero en un Medio Oriente marcado por tensiones y agitaciones políticas tan rápidas, cualquier alarma parece justificada.
   

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