Las conversiones de oficinas a viviendas se consideran un salvavidas para los centros de las ciudades con dificultades, entre ellas Nueva York, Chicago y San Francisco.
En todo el país, una vez los bulliciosos distritos comerciales se han convertido ahora en pueblos fantasmas. La pandemia ha demostrado que muchos trabajos se pueden hacer de forma remota.
Ahora algunas de las principales ciudades de los Estados Unidos están dando nueva vida a los edificios de oficinas vacíos convirtiéndolos en viviendas. Las ciudades que forman parte de esta tendencia incluyen Nueva York, Austin, Cleveland, San Francisco y Boston, entre otras.
La tasa de vacantes de oficinas es del 20,1% en los Estados Unidos, según Moody's. Eso es un máximo de 30 años, con más de 900 millones de pies cuadrados de espacio de oficinas vacío, suficiente para llenar el One World Trade Center de la ciudad de Nueva York 300 veces.
Amazon, Citigroup, Walmart y UPS se encuentran entre las principales empresas que ahora requieren que los empleados pasen más tiempo en la oficina. Algunas empresas están haciendo todo lo posible para atraer a los trabajadores de vuelta. Las comodidades pueden incluir salas de masajes, servicios de atención médica y gimnasios personales en el lugar.
Sin embargo, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que el trabajo híbrido y remoto ha llego para quedarse. "Las empresas no necesitan espacio de oficina de la misma manera que necesitaban espacio de oficina hace 10 años, hace 20 años, hace 50 años", dijo Evan Horowitz, director ejecutivo del Centro de Análisis de Políticas Estatales de la Universidad de Tufts. "El trabajo remoto acaba de transformar ese panorama".
Las principales ciudades de todo el país, incluidas Boston, Austin y Chicago, están viendo vacantes de oficinas cerca de máximos históricos. En San Francisco, más del 22% de las oficinas están actualmente vacías, un aumento significativo con respecto a alrededor del 9% en 2019.
Algunas ciudades ahora están en riesgo de caer en lo que se conoce como el "bucle de la perdición económica". Las altas tasas de vacantes pueden hacer que los valores de las propiedades se desplomen, disminuyendo los ingresos fiscales.
Esta disminución de los ingresos afecta la financiación de servicios esenciales como las escuelas, la policía y el saneamiento, lo que en última instancia hace que estas ciudades sean lugares menos deseables para vivir.
Horowitz dijo que Boston es más vulnerable a caer en un "bucle de perdición económica" que otras grandes ciudades debido a su estructura fiscal única.
La pérdida de inquilinos comerciales está teniendo un efecto dominó en las empresas de la zona.
La alcaldesa de Boston, Michelle Wu, que se presenta a la reelección el próximo año, está tomando medidas para abordar la situación. Está implementando exenciones fiscales y cambios de zonificación para transformar el espacio de oficina no deseado en viviendas muy necesarias.
Muchas ciudades ya están convirtiendo el espacio de oficinas en vivienda, con Cleveland liderando el camino: el 11% de su inventario de oficinas se está sometiendo actualmente a esta transformación.
Proyectos similares también se están llevando a cabo en Cincinnati, Houston y Nueva York, donde el icónico edificio de oficinas Flatiron se transformará en condominios de lujo.
"Este es un desafío que está afectando a todas las ciudades de Estados Unidos", dijo Wu. "Y en Boston, estamos demostrando que también es una oportunidad".
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