Por Stefano Intreccialagli - Italia está lista para concluir su año de presidencia del G7 en Fiuggi y Anagni, renovando el compromiso del Grupo para resolver las crisis en Medio Oriente y Ucrania, con la vista puesta en la región del Indo-Pacífico cada vez más tensa debido a las políticas de Corea del Norte y por el choque entre China y Taiwán, y subrayando la necesidad de relanzar la asociación con Africa.
Los dos días del 25 y 26 de noviembre en Fiuggi -coincidiendo con los Diálogos Med en Roma- aprovecharán el trabajo de un año especialmente complejo en el panorama internacional, con la invasión rusa de Ucrania que ya supera los mil días y el conflicto en Gaza y el Líbano, que aún no encontró una salida para una solución diplomática.
El primer día de la cumbre está dedicado precisamente a Medio Oriente: después de que el canciller Antonio Tajani haya recibido a sus homólogos de los países del G7 en Anagni, en el histórico Palacio de la Región, comenzará la primera sesión de trabajo.
En la primera jornada serán discutidas los modos de apoyar los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego en la Franja y el Líbano, las iniciativas de apoyo a la población y la promoción de un horizonte político creíble para la estabilidad de la región, partiendo de una solución basada en "dos pueblos, dos Estados" y desactivando la escalada entre Israel e Irán.
La iniciativa italiana abordará también la cuestión de las decisiones de la Corte Penal Internacional y sus posibles efectos en la actual crisis de Líbano y Gaza.
Las órdenes de detención emitidas contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y los jefes de Hamás suscitaron un debate político también en el seno del Gobierno, cuya línea -reiterada por el titular de la Farnesina- es la de valorar junto a los aliados qué pasos dar: "Prudencia, leer las cartas, discutiremos qué hacer", dijo el viceprimer ministro, subrayando "nosotros apoyamos a la CPI (Corte Penal Internacional), pero no tomaremos ninguna medida", dijo el viceprimer ministro, subrayando que "apoyamos a la CPI pero debe actuar centrándose en la ley y no en la política".
Y -agregó Tajani- "tengo algunas dudas sobre la utilidad" de la elección del tribunal, "en este momento en el que hay que, en cambio, es necesario lograr la paz". Los debates continuarán después en Fiuggi, en el Palacio de los Congresos, con una sesión de diálogo ampliada a los ministros de Arabia Saudita, Egipto, Jordania, Emiratos y Qatar, así como al Secretario General de la Liga Arabe.
"Sólo juntos podremos encontrar soluciones concretas que lleven la paz y la estabilidad a la región", subrayó Tajani.
Al término de la primera jornada y con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, los ministros del G7 participarán en una ceremonia de inauguración de un banco rojo, subrayando así la atención que la Presidencia italiana desea dedicar a este asunto.
El martes, el segundo día de trabajos se abrirá con un debate sobre Ucrania en el que participará el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Andrij Sybiha.
En la sesión se debatirá cómo apoyar a Kiev, a la luz de los preocupantes signos de escalada rusa con incursiones masivas en ciudades ucranianas, la revisión de la doctrina nuclear adoptada por el Presidente Putin y la implicación de fuerzas norcoreanas en la guerra.
También se hará hincapié en las iniciativas para la futura reconstrucción, en las que Italia estará a la vanguardia con la Conferencia para la Recuperación de Ucrania que se celebrará en Roma en julio de 2025.
El próximo año será clave para entender mejor los futuros escenarios de negociación y las perspectivas de alcanzar una paz justa: desde el G7 se reiterará que cualquier solución tendrá que implicar a Ucrania y Europa, mientras que se seguirá de cerca la nueva política estadounidense bajo Donald Trump, que asumirá el cargo el próximo enero.
Los trabajos proseguirán, a continuación, con un foco en el Indo-pacífico, una zona estratégica para la seguridad y el comercio mundial, con la presencia de los ministros de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, India, Indonesia y Filipinas.
Por último, se dedicará un espacio a las cuestiones regionales, con especial atención a la asociación con Africa -también con vistas al Plan Mattei-, Venezuela y Haití, antes de un simbólico relevo con Canadá, que liderará el Grupo en 2025.
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