Lo aseguraron este miércoles dos personas familiarizadas con el asunto a NBC News.
Las últimas discusiones contrastan con la postura legal previa a las elecciones del abogado especial Jack Smith, quien en las últimas semanas dio pasos significativos en el caso de interferencia electoral de 2020 contra Trump sin tener en cuenta el calendario electoral.
Pero las fuentes dicen que los funcionarios del Departamento de Justicia han llegado a lidiar con el hecho de que ningún juicio es posible en el corto plazo, ni en el caso del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021 ni en el caso de los documentos clasificados encontrados en su residencia de Mar-a-Largo, los cuales están empantanados en cuestiones legales que probablemente provocarían una apelación hasta la Corte Suprema, incluso si Trump hubiera perdido las elecciones.
Ahora que Trump volverá a ser presidente, los funcionarios del Departamento de Justicia no ven espacio para presentar ningún caso penal en su contra, y no tiene sentido continuar litigando con ellos en las semanas previas a que asuma el cargo, aseguraron las fuentes.
"Sensible, inevitable y desafortunado", dijo el ex fiscal federal Chuck Rosenberg.
Se trata de un hecho que no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos.
Las fuentes dijeron que dependerá del fiscal Smith decidir exactamente cómo discernir los cargos, y muchas preguntas siguen sin respuesta.
¿Podrían reanudarse los enjuiciamientos después de que Trump deje el cargo o estarían prohibidos? ¿Qué pasa con las pruebas? ¿Qué pasa con los otros dos acusados de ayudar a Trump a ocultar documentos clasificados? ¿Escribirá Smith un informe, como suelen hacer los abogados especiales? Se trata de preguntas que están flotando en el dentro del Departamento de Justicia. Las fuentes dicen que todos esos problemas requieren estudio e investigación.
Al mismo tiempo, el equipo legal de Trump está sopesando sus propios próximos pasos sobre cómo resolver los casos federales pendientes a favor del expresidente ahora que es el ganador de las elecciones.
El caso penal de Trump en Nueva York presenta diferentes desafíos con una condena por delito grave y una audiencia de sentencia programada para el 26 de noviembre. El objetivo inmediato del equipo legal del magnate es posponerlo indefinidamente o desestimarlo de otra manera.
El caso de interferencia electoral de Georgia contra Trump sigue atado a las apelaciones sobre cuestiones éticas que rodean al fiscal de distrito.
"A la luz del efecto que tendría una acusación, un procedimiento de juicio político es la única forma apropiada de tratar con un presidente mientras está en el cargo", concluyeron las fuentes.
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