El número dos del partido, Shaykh Naim Qassem, apareció en un breve discurso televisado -el primero de Hezbolá desde el ataque del pasado viernes en Beirut- para confirmar que la resistencia armada a Israel continúa.
Entre otras cosas, esa resistencia sigue porque, dijo Qassem visiblemente emocionado, Nasralá dejó una serie de planes para el caso de su muerte.
Fuentes internas de Hezbolá afirman que por el momento no es posible organizar el funeral público y multitudinario del sayyid (descendiente del profeta Mahoma) Nasralá.
Ahora, agregaron las fuentes, la prioridad es reorganizar la estructura interna del movimiento, desorientada, al menos en apariencia, por las decapitaciones de la dirección político-militar, desarticulada como nunca por los ataques a las telecomunicaciones internas y obligada a refugiarse en búnkeres por los incesantes bombardeos aéreos enemigos en el sur, en el valle oriental de la Bekaa y en diversas zonas de Beirut.
A la espera de despedir al líder Nasralá con todos los honores, Irán y lo que queda de la dirección del partido armado libanés esperan el momento más oportuno para anunciar el nombramiento de Safieddine como secretario general.
Ligeramente más joven que Nasralá, Safieddin es primo suyo por parte de madre. Tiene 60 años y procede del sur del Líbano.
Pertenece a una familia chií de alto rango y, como su predecesor, lleva turbante negro, privilegio y carga de los sadat (singular: sayyid), los descendientes del profeta, según la tradición chiita.
Se dice que Safieddin tiene sólidos vínculos con Irán. Más que Nasralá, que desde hace tiempo se presenta como una figura autorizada y, en cierto sentido, capaz de hablar de igual a igual incluso con Alí Jamenei, el líder iraní.
Safieddine, que estudió junto a Nasralá en las escuelas religioso-políticas de Nayaf, en Irak, y de Qom, en Irán, había sido designado por los dirigentes de la República Islámica como sucesor designado de Nasralá ya en 2009: cuando Hezbolá estaba en la cúspide de su parábola ascendente como fuerza política libanesa y se preparaba para convertirse en una fuerza regional de primer orden gracias a su intervención directa en el conflicto fratricida sirio.
Abdallah, hermano de Safieddin, es desde hace años representante de Hezbolá en Teherán. Mientras que su hijo Rida está casado con Zeinab Soleimani, hija del difunto comandante de las Brigadas Qods de los Pasdaran iraníes, el general Qasem Soleimani, descrito durante mucho tiempo como el arquitecto de la política exterior y de defensa de Irán en Oriente Próximo, asesinado por Estados Unidos el 3 de enero de 2020 en Bagdad.
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