Después de 7 semanas del voto, la crisis política gala se halla en un impasse, con Emmanuel Macron que declaró abiertamente que desea "hablar únicamente con quien desea trabajar por el interés del país", por tanto -en su visión no con la La France Insoumise y Rassemblement National, los dos extremos.
Jean-Luc Mélenchon y los suyos lo desafían: diálogo cerrado, confirma la voluntad de pedir el procedimiento de destitución del presidente, convocatoria a una "gran movilización popular" el 7 de septiembre en la vigilia de la ceremonia de cierre de los Juegos Paralímpicos de París 2024, que se inauguran mañana miércoles.
No obstante poco menos de dos meses de presiones por parte del Frente Popular, la coalición de socialistas, comunistas, Verdes y France Insoumisse que obtuvo el mayor número de bancas en las elecciones -aún quedando lejos de un centenar de diputados de la mayoría absoluta-, Macron anunció que no nombrará premier a la candidata indicada por ellos, Lucie Castets: "Un gobierno basado únicamente en el programa y solo en los partidos" que componen la coalición de izquierda "provocaría inmediatamente la desconfianza de todos los demás grupos representados en la Asamblea Nacional".
"La estabilidad institucional de nuestro país impone no aceptar esta opción", sentenció el presidente. Desencadenando la ira de La France Insoumise, que dio rienda a su amenaza de llevar adelante la solicitud de destitución del jefe del Eliseo -un procedimiento con poquísimas posibilidades de llegar a buen puerto-, y anunció la protesta "de los franceses" en 10 días.
Macron no dudó y esta mañana inició "un nuevo ciclo de consultas" para lograr un primer ministro, esta vez con los líderes de los partidos, pero no con todos. Nada extremos, los Verdes y los comunistas se solidarizan con el LFI pero los socialistas dudan. Por el momento, el PS ni siquiera se adhiere a la convocatoria de manifestación callejera. Para ayudar a Macron en esta búsqueda del primer ministro que se presenta cada vez más difícil, participan "personalidades que se han destacado por su experiencia al servicio del Estado y de la República".
Poco trascendió durante la jornada acerca de las consultas de Macron en el Elíseo. Se sabe que el mandatario desayunó con François Bayrou, el centrista entre sus fieles sin duda más familiarizado con los acuerdos y compromisos, y luego recibió al pequeño grupo centrista Liot. Mañana se reunirá con los representantes de Républicains. Antes de estrechar la mano del primer ministro irlandés, Simon Harris, durante una visita al Palacio del Eliseo, delante de los fotógrafos, el presidente respondió a algunos periodistas presentes que le preguntaron cómo iba la búsqueda del primer ministro: "El trabajo continúa", garantizó Macron.
Y añade: "La puerta está abierta, recibo a todos aquellos que realmente quieran actuar por los mejores intereses del país". La izquierda no estará allí, los Verdes y los comunistas siguen por ahora al partido de Mélenchon en el Aventino.
El secretario socialista, Olivier Faure, afirma incluso que no quiere ser "cómplice de una parodia de la democracia". Pero dentro del partido crece la presión de quienes quisieran romper con el Frente Popular y retomar el diálogo con el Elíseo.
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