Se remonta a la ceremonia inaugural posterior a París 2024 y, desde hace una semana, la controvertida instantánea es noticia y provoca todo tipo de reacciones en las redes sociales.
En la instantánea se ve a Oudéa-Castéra abrazando al presidente nada más concluida la ceremonia -que mantenía en vilo a toda Francia desde hacía meses, sobre todo por los riesgos de atentados terroristas- y dándole un beso demasiado cariñoso en el cuello, cerca de la oreja derecha.
A la derecha de la "pareja", el primer ministro, Gabriel Attal, mira en la dirección opuesta.
Amélie Oudéa-Castéra, la controvertida ministra de Deportes, que ahora dimite como todo el Gobierno, ya había suscitado polémica e ironía en la red tras lanzarse al Sena mientras adelantaba a toda velocidad a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Las fotos la inmortalizaron con una especie de traje de neopreno completo y una gorra sujeta sobre el pelo.
Al acercarse al borde del muelle del Sena para zambullirse, la ministra había resbalado torpemente ante las cámaras, pero no había renunciado a zambullirse y ser filmada para dar unas brazadas de estilo libre en el río.
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