La baja de las retenciones (impuestos) a una buena parte de las exportaciones agrarias de Argentina, anunciadas el jueves pasado, se convirtió hoy en oficial al empezar a regir el decreto 38/25, un giro fuerte para el sector y para las divisas del país.
Es decir, hasta el 30 de junio, los productos exportables más importantes que vende a otros países el campo argentino pagarán menos derechos de exportación, menos impuestos y el estado recaudará menos.Una decisión que implica un giro en el controvertido tema, que ha desatado fuertes conflictos entre otros gobiernos y ese sector.
Pero, no todos accederán a la rebaja. La norma -firmada por el presidente Javier Milei; el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el ministro de Economía, Luis Caputo- establece una condición para tributar menos por cada tonelada exportada.
Las cerealeras o las empresas que vendan fuera de las fronteras deberán adherirse al régimen, hacer una nueva declaración jurada con los volúmenes y luego, liquidar al menos el 95% de lo declarado en 15 días hábiles. De no ser así, las retenciones que se cobran son las anteriores.
El guiño fiscal al campo generó expectativas de mayor ingreso de divisas clave para respaldar la reducción de la brecha del dólar y encaminar la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Uno de los objetivos de la gestión es potenciar la inserción internacional de la Argentina, acompañada de un incremento de las exportaciones agroindustriales que hoy representan más del 60% del total exportado por el país y que en el año 2024 han mostrado una performance positiva con un crecimiento en valor superior al 25% respecto del año anterior", dice la norma.
El otro motivo importante es acelerar el ingreso de divisas que permitirá más compras del Banco Central para fortalecer las reservas, clave para el escenario de calma cambiaria que busca extender el Gobierno este año, y uno de los detalles más importantes sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La medida que estará vigente hasta junio reduce de 33% a 26% los derechos de exportación (impuesto conocido como DEX) a la soja y de 31% a 24,5% a sus derivados y rebaja también de 12% a 9,5% las alícuotas que graban al trigo, la cebada, el sorgo y el maíz; en tanto para el girasol se bajó de 7% a 5,5% y en el resto de las economías regionales como azúcar, algodón, tabaco y arroz las retenciones se eliminan también de forma temporal.
Si bien el beneficio se esparce en toda la actividad agroindustrial, la mira del gobierno de Milei está puesta la exportación de soja protagonista del 80% de la recaudación fiscal del campo que el Estado pone en juego con esta baja impositiva.
El ajuste se estima en 800 millones de dólares, con un impacto de 0,18% del PBI, a partir de la modificación en commoditi, ya que el efecto del resto de los productos se considera "insignificante", escribió el diario especializado El Cronista.
Y destaca que el anuncio de la reducción de impuestos a las exportaciones agrarias, se produce en medio de negociaciones con la delegación de técnicos del FMI que arribaron a la Argentina días atrás y discutirán con el equipo que lidera el ministro Caputo, desde hoy mismo los alcances de un nuevo programa, que puede implicar un préstamo de 11 mil millones de dólares para Buenos Aires.
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