La enmienda constitucional, aprobada de manera unánime, establece la privación de la nacionalidad a los "traidores a la patria", lo que ha sido aplicado hasta ahora a 452 nicaragüenses sin que estuviera en vigor la Carta Magna.
Entre estos se encuentran los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, y los obispos Rolando Álvarez y Silvio Báez.
La diputada sandinista Patricia Sánchez Urbina explicó que son considerados traidores a la patria aquellos nicaragüenses que encabecen o financien un "golpe de Estado".
También los que alteren el orden constitucional, que fomenten o insten a actos terroristas, que realicen actos que menoscaben la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, que inciten a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pidan intervenciones militares, y se organicen con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización.
Además, los que propongan y gestionen bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, aquellos que demanden, exalten y aplaudan la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y todos los que lesionen los intereses supremos de la nación contemplados en el ordenamiento jurídico.
Otro punto aprobado fue la enmienda constitucional que define los límites del territorio nacional de Nicaragua, el cual "está comprendido entre el mar Caribe y el océano Pacífico y las Repúblicas de Honduras y Costa Rica".
La reforma establece que, de conformidad con las sentencias de la CIJ, del 8 de octubre de 2007, del 19 de noviembre de 2012, y del 2 de febrero de 2018, "Nicaragua limita en el mar Caribe con Honduras, Jamaica, Colombia, Panamá y Costa Rica".
La Asamblea Nacional también aprobó la inclusión como símbolo patrio de la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), cuyo secretario general es el presidente, Daniel Ortega.
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