"Este hecho afecta la moral de todo un pueblo, sobre todo porque incluye la muerte de un bebé.
Esto no es solo un acto de
violencia, es una barbarie que demuestra lo lejos que estamos de
una verdadera paz", afirmó hoy Richard Claro, alcalde de Tibú,
en declaraciones a Blu Radio.
La noche del miércoles se supo del asesinato de Miguel
Ángel López, dueño de la funeraria de Tibú, junto a su esposa
Zulay Durán y uno de sus hijos de seis meses, mientras que el
otro niño de 10 años salvó su vida y fue ayudado por habitantes
del sector donde se produjo el crimen.
El episodio ocurrió en la vía que de Cúcuta, que conduce a
ese municipio, en una zona conocida como el Catatumbo, donde
tiene presencia el grupo guerrillero ELN y disidencias de las
extintas FARC.
El presidente, Gustavo Petro, calificó lo ocurrido como una
"noticia lamentable" y aseguró que la Policía investiga el caso.
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