Poco después de que el gobierno de Javier Milei denunciara al de Maduro en la Corte Penal Internacional por la detención arbitraria y desaparición forzada de Gallo, el gobierno envió a algunos corresponsales de medios internacionales grabaciones en video y fotografías, de una fecha no determinada, donde aparece el ciudadano argentino caminando al aire libre en lo que parece ser un área deportiva.
Viste de azul, en vez del color naranja de los uniformes carcelarios de los presos políticos en Venezuela, lleva barba y camina sin aparente dificultad.
Gallo viajó a Venezuela a ver a su familia (su esposa venezolana y el hijo de ambos) vía Colombia, pues no hay vuelos directos desde Argentina. Entró por la frontera terrestre del estado Táchira y poco después fue capturado por la Policía Nacional.
El ministro de Interior, capitán Diosdado Cabello y la Fiscalía chavista lo acusan de tramar acciones terroristas y planear el rescate de cinco opositores refugiados en la embajada argentina en Caracas.
Según el fiscal Tarek William Saab, permanece aislado dada la gravedad de las acusaciones en su contra.
La familia de Gallo divulgó en diciembre permisos y carta de invitación notariada, donde se notificaba la visita del argentino en un viaje de reunificación familiar.
El caso ha desatado agrias confrontaciones entre funcionarios chavistas y del gobierno de Milei, y ha llevado las ya deterioradas relaciones bilaterales al nivel más bajo en décadas.
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