Según el OCC, el aumento refleja el creciente descontento de la población con el gobierno, especialmente debido a la represión de la disidencia, los apagones diarios de electricidad y el agravamiento de la crisis económica.
Desde principios de año, los cubanos han estado lidiando con una grave escasez de alimentos, bienes básicos y combustible, asociada a un aumento significativo de la inflación. El anuncio de la reducción de subsidios para el acceso a productos de la canasta básica ha agravado el descontento.
La crisis del sistema eléctrico cubano también tuvo un gran impacto en la población, gravemente comprometido por el paso de dos huracanes, así como por estructuras obsoletas y la falta crónica de mantenimiento.
Desde agosto se han registrado tres apagones totales y un racionamiento diario programado del servicio de hasta 24 horas.
Para el OCC, las protestas también fueron provocadas por denuncias de muertes de presos políticos y acciones represivas contra opositores, periodistas y empresarios.
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