Fue el primer cara a cara entre ambos, un encuentro que establece la continuidad desde Buenos Aires de la importante relación bilateral con su segundo socio comercial a pesar de las hostilidades ideológicas iniciales expresadas por Milei contra Pekín, rápidamente corregidas en nombre de un enfoque pragmático.
Durante la reunión, según reveló el gobierno argentino en un comunicado, "se debatieron temas relevantes para las relaciones bilaterales, entre ellos la cooperación constructiva y la ampliación de las relaciones comerciales".
Buenos Aires, siempre según el comunicado, pretende "diversificar" sus exportaciones y ambos países expresan su voluntad de "explorar nuevas oportunidades comerciales".
El encuentro estuvo coronado por la invitación formal extendida por Xi a Milei para visitar China, gesto que, a su vez, fue correspondido por el presidente argentino.
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